Es algo usual que en casi todas las empresas se recurra a las cestas navideñas para cubrir regalos profesionales pero también en ámbitos más personales. El empleado que no recibe un pequeño regalo de parte de sus directivos, parece que no se siente del todo valorado.
Cestas las hay de muchos tipos pero tan solo unas pocas logran ser las más vendidas por los usuarios… ¿Qué tienen ellas que no tengan otras?
Está claro que su contenido es importante, pero en pleno siglo XXI el envoltorio tiene un 80% de la importancia del producto. Es lo primero que ve el cliente, y también lo que le hará decantarse por su cesta y no por otra. Triunfan los detalles navideños, los colores rojos, verdes, plateados y dorados, los brillos y algún que otro estampado no muy personificado.
El packaging de la cesta resulta esencial a los ojos del comprador, pero también los envoltorios de los productos. No puede tratarse de productos sin más, deben tener una buena carta de presentación que haga de forma casi imperativa que quien lo vea desee regalarlo en fechas tan señaladas.
Generalmente, las cestas más vendidas suelen ser las más asequibles. Y dejando a un lado el envoltorio, estudiaremos lo que nos queda por atender: el contenido.
Cestas y lotes hoy
Hoy en día, las cestas y lotes de navidad han evolucionado para ajustarse a todos los presupuestos. Se puede conseguir desde la cesta más sencilla hasta la más ostentosa. Pese a que siempre suele haber elementos comunes, al final, dependiendo de como se configure la cesta y, especialmente, si lleva o no incluido el clásico jamón, el precio puede fluctuar mucho.
Como ha sucedido con muchos productos, la venta de cestas y lotes por Internet ha experimentado un incremento notable durante los últimos años. Este auge se debe sobre todo al amplio abanico de posibilidades que Internet ofrece, tanto a los distribuidores como a los propios clientes. La tramitación de la cesta a través de la red ofrece la posibilidad de poder personalizar la propia cesta y controlar mejor los elementos que va a incluir, con lo que se concede un alto grado de libertad a los consumidores en su confección y también se sienten más valorados al tramitarlo todo por sí mismos.
Además, las empresas dedicadas a este género suelen tener una notable gama de cestas que se ajustan a todos los gustos. Buen ejemplo de esta dinámica es la “empresa de cestas de navidad y lotes de navidad” Cestic.com, que, además de ofrecer la posibilidad de hacer el pedido vía Internet, permite encargarla directamente por teléfono. Una buena manera de hacer llegar a clientes y empleados la cesta que tanto ellos como la empresa desean.
¿De qué buscamos nuestra cesta?
El vino no puede faltar, se trata de uno de los clásicos navideños que hacen chiribitas en los ojos del consumidor. El chocolate también es otro clásico que no falla, y las nuevas presentaciones de este ganan la partida, (destacan las figuritas navideñas de chocolate). Jamón Ibérico u otros embutidos, botes de conservas y el típico e insustituible turrón navideño. Las cestas o lotes navideños suelen contener varios productos alimentarios, y también algún que otro detalle personalizado, ahí está el secreto del éxito de las nuevas cestas. Las marcas empleadas son muy importantes, no sirve cualquiera, y la marca que escojamos será la que otorgue valoración y juicio a nuestra elección.