Con el paso del tiempo las marcas van necesitando nuevos elementos clave para poder seguir vendiendo, lo conocido por ‘etiqueta de moda’ que ayuda a cumplir las más altas expectativas de los consumidores y se une también a los principales temas del momento. Esto nos lo hemos ido encontrando a lo largo de los años en los supermercados; anteriormente, los productos llevaban la etiqueta ‘bio’, o al menos aquellos que querían ser vendidos a un público que cada vez se sentía más preocupado por el verdadero origen de sus compras. Más tarde empezaron a aparecer los ‘bajos azúcares’ o incluso las menciones a la ausencia del ‘gluten’ ( y ya no solo por aquellas personas celíacas, sino porque el gluten había conseguido una reputación de insano).
Por esas razones, cada vez se presentaban más y más a los consumidores productos con etiquetas de moda que le recordaran que algo era saludable. Lo saludable era la nueva moda y todos querían formar parte de ella, para formar parte de una vida mejor y más sana. La etiqueta era sin duda un elemento de moda, y se usaba de cualquier manera posible para posicionar los productos.
En estos últimos tiempos se ha puesto muy de moda la ‘clean label’, lo que podríamos traducir como etiqueta limpia, aunque su significado se ha quedado con la palabra en inglés. Estas clean label ofrecen al consumidor todo tipo de información, añadiendo cantidades exactas de todo lo que contiene dicho producto e indicando de dónde procede. Se ha convertido en una de las grandes tendencias de packaging que se espera durante este 2018, lo que hará que se convierta en recurrente.
La clean label lo ha invadido todo
El ‘boom’ de esta nueva tendencia llamada clean label se debe a que los consumidores cada vez creen menos en lo que las empresas hacen y dicen, y esto ha sido la alternativa. Además que existe la necesidad de los vendedores y las marcas por ser cada vez más transparentes y así contar más las cosas importantes.
Pero este boom realmente no es más que una moda. Todos los términos ahora relacionados con ‘clean’ entraron en el vocabulario del consumo de una forma masiva, como por ejemplo el ‘clean eating’, la comida limpia. Lo que posiciona la clean label como líder.
Creación de sinónimos
Todos los consumidores han comenzado a traducir estas etiquetas como algo saludable, lo que ha llevado a una creación de sinónimos. Si pones un clean delante, inmediatamente el cerebro pensará que hablas de algo más sano. Es muy probable que esto se encuentre ligado a que la propia palabra ‘saludable’ y todas las relacionadas se han ido convirtiendo en términos bastante vacíos. Los consumidores ya no se fían del todo cuando algo dice ser saludable. Solo un 44% de los consumidores creen que algo es saludable en comida o en bebida cuando los mensajes lo dicen.
Lo ‘clean’ se ha convertido para ellos en lo realmente verdadero y merecedor de significar saludable y sano, y se fían mucho más de ello. Un análisis de Mintel en Estados Unidos, ha estudiado la percepción de los consumidores que han visto productos con la etiqueta ‘clean’ estos últimos años y ha sido comparado con aquellos que no recibieron esos impactos. Los que sí recibieron el impacto clean son los que más probablemente lo hayan visto como algo natural y saludable.