El proyecto, impulsado por Bodega Matarromera, Ence Energía y Celulosa y Pago de Carraovejas, demuestra la viabilidad del sarmiento de vid en la producción de papel, cartón y etiquetas ecológicas.
Innovación para un sector más sostenible
VINEBOX™ ha finalizado con éxito su investigación sobre la valorización del sarmiento de vid como alternativa sostenible en la industria vitivinícola. Durante dos años, este proyecto ha trabajado en la gestión eficiente de los restos de poda, ofreciendo una solución innovadora para evitar la quema de residuos y alinearse con la nueva Ley de Residuos.
Los resultados confirman que la pulpa obtenida de los sarmientos es apta para la producción de papel, utilizado en la fabricación de cajas de cartón y etiquetas sostenibles.
Un modelo de economía circular
El consorcio ha verificado que es técnicamente viable sustituir parte de la celulosa de especies arbóreas por sarmiento de vid, reduciendo la dependencia de materias primas tradicionales. Para optimizar su aprovechamiento, los estudios recomiendan establecer puntos de acopio cercanos a los viñedos con tecnología adecuada para su transformación.
Además de su aplicación en packaging sostenible, el sarmiento valorizado se perfila como un recurso clave en la industria alimentaria, gracias a sus propiedades antioxidantes y microbianas. Asimismo, el proyecto ha desarrollado aislantes térmicos biodegradables (aerogeles 3D) para la protección del vino en el transporte.
Impacto medioambiental positivo
La valorización del sarmiento permite reducir drásticamente las emisiones de CO2, pasando de 44 toneladas generadas por su quema a 25 toneladas en su procesamiento para uso industrial. El estudio también ha analizado su potencial como biocombustible, demostrando que una tonelada de sarmiento puede generar una energía equivalente a 487 litros de gasoil, con emisiones inferiores a las del hueso de aceituna.
Colaboración estratégica y respaldo institucional
El proyecto, cofinanciado por la Unión Europea y el CDTI con fondos FEDER, cuenta con un presupuesto de 879.539 euros y la participación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) y Athisa.
Carlos Moro, presidente de Bodegas Familiares Matarromera, destaca: «Hemos conseguido transformar los sarmientos en etiquetas y cajas sostenibles, contribuyendo a la economía circular y a la reducción de residuos en el sector vitivinícola.»
Por su parte, Antonio Casal, director de Desarrollo de Negocio de Celulosa de Ence, subraya: «Este proyecto representa un paso más en la transición hacia una economía circular, demostrando que el sarmiento de vid es una materia prima renovable de gran valor.»
Pedro Ruiz, CEO de Alma Carraovejas, enfatiza: «Nuestro compromiso con la sostenibilidad nos ha llevado a cerrar el ciclo del sarmiento, aprovechando este material para nuevas aplicaciones hasta ahora desconocidas en el sector.»
Con VINEBOX™, el sector vitivinícola avanza hacia un modelo de producción más eficiente y ecológico, demostrando que la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano para generar un impacto positivo en el medio ambiente y la economía.