La reciente DANA ha causado estragos en el cultivo de kaki en la Comunidad Valenciana. Y es que, el temporal fue especialmente devastador en la comarca de la Ribera Alta, una de las principales zonas de producción. Las intensas lluvias e inundaciones registradas la semana pasada han impactado gravemente las plantaciones de kaki y de otros cultivos, como los cítricos, ocasionando pérdidas históricas tanto en volumen como en calidad, según datos preliminares aportados por agricultores y asociaciones de productores.
En el caso del kaki, el temporal ha afectado justo en plena cosecha, alterando un mercado que había alcanzado un equilibrio estable entre oferta y demanda en los últimos años, tras un período de expansión. Así, las fincas han sufrido inundaciones que han saturado los suelos, afectando a las raíces de los árboles y provocando lo que se conoce como asfixia radicular. Este fenómeno acelera la sobre maduración y la caída prematura de los frutos, lo que ha supuesto pérdidas de alrededor del 50% de la cosecha planificada.
Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki, apunta que el agua estancada en las fincas tras las lluvias ha creado un ambiente favorable para la aparición de hongos y ha acelerado la pudrición de la fruta. Además, explica Prats, aproximadamente la mitad de la producción de kaki restante ha sido destruida, lo que deja solo un tercio del volumen inicial en condiciones para ser comercializado. El daño causado por la DANA ha sido «desproporcionado» para el sector, lamenta el presidente de la asociación.
Declaración de zona catastrófica y medidas de apoyo económico
Ante esta situación, el sector destaca las limitaciones de los seguros agrícolas disponibles que, si bien cubren algunos daños, no contemplan la totalidad de las pérdidas en infraestructuras ni los problemas específicos derivados de las inundaciones, como la asfixia radicular y la rápida aparición de hongos. En estos momentos, los agricultores se encuentran en conversaciones para evaluar alternativas y exigir una ampliación en las pólizas que permita hacer frente a situaciones catastróficas como esta, que suponen un duro golpe para la sostenibilidad de los cultivos.
Ayer, jueves, el Boletín Oficial del Estado (BOE) declaró los territorios afectados por la DANA como zonas gravemente afectadas por una emergencia de Protección Civil. Esto incluye a comunidades como la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Baleares, Cataluña y Aragón.
Con esta declaración, se activa un paquete de ayudas por valor de 10.600 millones de euros, destinado a apoyar a particulares, autónomos y empresas de los 78 municipios afectados. Estas ayudas contemplan compensaciones para daños en establecimientos industriales, mercantiles y de servicios, buscando paliar las pérdidas económicas de las zonas más golpeadas por el temporal.
A corto plazo, la merma en la oferta de kaki podría llevar a un ligero aumento en los precios. Sin embargo, Prats destaca que este ajuste no compensará las graves pérdidas sufridas por los productores, cuya situación económica se ve comprometida. Además, recuerda, el impacto no solo afecta a los agricultores, sino que repercute en toda la cadena de suministro, desde la producción y distribución hasta los consumidores finales.