La organización agraria denuncia que la medida impuesta por el Ministerio de Agricultura va más allá de lo exigido por la UE, supone una carga económica innecesaria y se ha aprobado sin consenso con el sector.

Una obligación sin consenso y con sobrecostes

A partir del 30 de junio de 2025, todos los terneros nacidos en España deberán llevar un crotal electrónico. Una imposición que COAG rechaza de forma tajante y que considera innecesaria, costosa y carente de beneficios reales para los ganaderos. Según Joaquín Gargallo, responsable del sector vacuno de COAG, “la trazabilidad ya está plenamente garantizada con el crotal tradicional”.

La normativa española, más exigente que la europea

Desde COAG denuncian que el Real Decreto 787/2023 supera lo establecido por el Reglamento Delegado (UE) 2019/2035, que no obliga al uso de chips electrónicos. “Solo cinco países lo han implementado de forma obligatoria”, recuerdan, calificando esta medida como desproporcionada e incoherente con la normativa europea.

Más costes y menos competitividad para los ganaderos

La organización señala que el nuevo crotal electrónico incrementará los costes de producción —incluidos duplicados—, dificultará el manejo del ganado, paralizará movimientos si se extravía un crotal y colocará a los productores nacionales en desventaja frente a importaciones sin estas exigencias.

COAG pide rectificación inmediata

COAG redoblará sus esfuerzos para lograr que se elimine esta obligatoriedad y que se respete el principio de proporcionalidad. “No se puede hablar de simplificación y sostenibilidad mientras se imponen medidas unilaterales sin diálogo ni respaldo del sector”, concluye Gargallo