¿Sabías que el recorrido que realizas desde que entras hasta que sales por la puerta del supermercado está estudiado estratégicamente y que se trata de puro marketing? Desde el orden de los productos que vas encontrando hasta su distribución en estanterías. Las grandes superficies emplean estas técnicas para conseguir que compres lo que ellos desean, y es una tarea medida cuidadosamente y actualizada una vez por semana.
En estos establecimientos, miles de productos de alimentación, bebida, cosmética y limpieza ‘compiten’ por llamar tu atención, y al mismo tiempo, también se intenta que consumas el mayor número de artículos posibles aunque no estén incluidos en tu lista de la compra, ni tú los consideres de antemano productos de primera necesidad.
A lo largo del recorrido que realizas por el establecimiento transitarás por pasillos diseñados estratégicamente para que veas lo que quieren ver, y así sientas que necesitas comprar los productos que ellos quieren vender, así es como los «productos irracionales» acabarán en tu cesta o carrito. Cabe mencionar que Ikea es uno de los grandes ejemplos a seguir, ya que sabe vender tan bien sus productos mediante el recorrido de su comercio que sabes cómo entras pero no con qué sales. Esta es la línea que cualquier comercio debería seguir.
Una vez llegas a la estantería del supermercado, observarás que los productos están colocados en cuatro niveles en función de lo que interese vender. La minoría que se encuentra en la parte de arriba suelen ser productos que no interesa tanto vender o que ya de por sí han alcanzado buenos datos de ventas, lo que más interesa vender se encuentra a la altura de los ojos, lo que interesa vender pero no tanto se encontrará a la altura de las manos y una minoría que interesa vender pero aún menos en el suelo. Normalmente son las marcas blancas las que se incorporan a la altura de la vista porque además de que son las que más beneficio proporcionan al supermercado, fidelizan al cliente. Abajo del todo y más arriba se ubican las marcas líderes, en los extremos productos con precios más bajos o las promociones de un precio estupendo para que se lleve a cabo una compra impulsiva.
- La técnica «one shoot» también conocida como «disparo» consiste en anunciar una oferta o campaña que solo dura un día o unas horas, provocando una reacción compulsiva en el consumidor.
- La iluminación ayuda a aumentar el impacto visual de determinados productos, como por ejemplo, las luces muy brillantes en la pescadería hace que los reflejos de las escamas hagan parecer al producto más fresco, las luces cálidas en frutas y verduras aumentan su atractivo, y de igual forma con los cárnicos.
- Los colores también juegan un papel fundamental. Buscan llamar tu atención a toda costa y diferenciarse de la competencia. El negro resalta el lujo, el rojo acentúa la pasión, los colores claros la higiene y los colores vivos la energía. Todo ello contribuye a que compres un perfume negro antes que el amarillo, por ejemplo.
- El sonido es otra técnica fundamental, en estos grandes establecimientos se evita el silencio por encima de cualquier cosa. La música con ritmo hace que el consumidor se sienta motivado para realizar su compra, y además ayuda a que su compra se realice mediante más impulsos.
- El aroma también es determinante a la hora de ofrecer los productos, se potencian y consolidan nuestra marca. En la zona de la panadería por ejemplo, el olor a pan recién hecho resulta muy agradable al olfato y es muy fácil que el cliente vaya a por una barra de pan recién hecha aunque no contase con ello.
- La temperatura no debe ser ni demasiado alta ni demasiado baja -lo ideal, entre 21 y 26º.
Una vez acabada nuestra compra, comprobarás que cuando vas a pagar se sitúan productos como chicles, pilas, productos para niños… todos ellos se encuentran en la zona de cajas porque son los artículos que más impulsivamente puedes comprar, y juegan con ello.
Todas estas técnicas se realizan de forma simultánea y obtienen los mejores resultados. Como si de una película se tratase, todo debe estar listo antes de abrir la tienda: el sonido, la imagen, las luces, el ritmo… ¡Y acción!