El último Observatorio Cetelem ofrece unos datos sobre el consumo y la distribución en España que son muy llamativos. Según estos datos el consumidor medio español sí consume, no obstante sólo adquiere aquello que necesita y al precio que su frágil economía le permite. Este consumo se ha convertido en esencialmente práctico, de necesidad y no de placer, por lo que se puede afirmar que los hábitos de compra de estas personas coinciden con los mismos de hace dos décadas. Dentro de este nuevo contexto se entiende que entre los consumidores desaparezca el componente aspiracional y se reduzca el presupuesto.

Las empresas de la gran distribución española han detectado esta nueva modalidad de compra y ofrecen sus productos a unos precios mucho más competitivos adaptándose a las necesidades actuales de sus clientes. Muchos de estos establecimientos se adaptan a estas nuevas personalidades del consumidor español, como el uso de Internet en sus diferentes procesos de compra por parte del 90% de la población.

Mientras que muchos sectores reflejan caídas en sus balances, algunos de los productos que tienen un comportamiento mucho más positivo, incluso ascendente, son los referidos a la tecnología: un 66% de los consumidores invirtió en esta serie de productos durante el último año.

Internet

Los datos que ofrece este estudio y el incremento del uso de Internet, ofrece un punto de vista de compra propio de hace veinte años, ya que se usa la tecnología para así optimizar las compras: mediante el uso de Internet se puede realizar una búsqueda de ofertas, comparativas, variedad de productos, muchas más rapidez y un largo etcétera.

Son muchos los ciudadanos reacios a realizar sus compras sin visitar de forma física las tiendas, no obstante la compra final se realiza cada vez más de forma online, con un porcentaje de españoles que consultan internet como medio de información para obtener los mejores precios que alcanza el 90%.

Al observar de forma detenida la intención de compra en este estudio, se ha podido comprobar que el 40% de los compradores declara que realizará la adquisición de un producto tecnológico, mientras que otros sectores como el del mueble tiene una intención mayor a la hora de adquirir complementos y decoración, con un 33%.