El Índice de confianza del consumidor (ICC) ha descendido 1,3 puntos en mayo con respecto al mimo mes que el año anterior, situándose en 105,4 puntos, según los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas. Esta bajada se produce debido a una peor valoración de la situación actual, que retrocede 1,8 puntos en este mes, y de las expectativas, que descienden un punto. Se rompe así la tendencia al alza que venía registrándose en marzo y abril.

Sin embargo, este ICC continúa por encima de los cien punto y en valores muy parecidos a los observados durante el año 2015, cuando obtuvieron los valores más altos de toda la serie, según ha facilitado el CIS:

Al observar la comparación con el mes de mayo del año anterior el avance es significativo, este ICC sube 14,7 puntos, con un crecimiento muy similar en términos absolutos para la valoración de las expectativas y la situación actual que aumenta 15,7 puntos. Expresado en tasas de variación, el ICC respecto al pasado mes de abril pierde un 1,2 en porcentaje, mientras que la tasa interanual crece un 16,2% en relación al mismo mes de 2016.

Análisis del CIS

El análisis del CIS indica que, respecto a los datos de mayo de 2016, la evolución vuelve a ser positiva. La valoración de la situación económica del país es hoy 22 puntos superior. Si se analizan los incrementos en términos relativos las diferencias siguen siendo relevantes. Desde el mes de mayo del año 2016 la valoración de la posibilidad del mercado de trabajo ha crecido un 21,3%, al igual que la valoración de la situación económica general.

En términos interanuales, los datos de expectativas ofrecen una evolución favorable. Desde mayo del pasado año, las expectativas respecto a la situación económica del país se han incrementado en 19,8 puntos y las referidas al futuro del empleo aumentan de forma similar, 20,3 puntos. Las expectativas de los hogares permanecen casi estables con un ligero avance de 0,5 puntos.

Los valores de consumo y de ahorro, aunque todavía están lejos de los máximos registrados en 2005, aparecen ya situados en valores previos a los años de crisis, muy similares a los que se obtenían en el año 2006 y, con ligeras oscilaciones, se mantienen básicamente estables desde el primer trimestre de 2015.

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