El proyecto CheckPack es una nueva iniciativa con la que se pretende ofrecer a los consumidores una herramienta efectiva y fácil de utilizar para que puedan detectar el deterior de los alimentos. Esta iniciativa pretende crear un sensor óptico capaz de captar el deterior de cualquier alimento cuantificando los compuestos volátiles generados por la degradación, gracias a su sistema de rayos infrarrojos no será necesario abrir el envase.
CheckPack es un proyecto de investigación de origen belga que tiene como objetivo principal desarrollar un sensor óptico para detectar el deterioro de los alimentos, este sensor se integrará en el envasado de los alimentos y analizará la concentración de diferentes compuestos volátiles asociados a la degradación de los alimentos.
El packaging de los alimentos se ha convertido en uno de los elementos más importantes, además de proteger el producto y de permitir una mejor manipulación, permite llamar la atención de los consumidores y aportar un valor añadido al producto. No obstante, desde esta iniciativa se pretende que los envases tengan una mayor funcionalidad y se conviertan en envases inteligentes capaces de informar en tiempo real sobre la calidad del producto o la integridad del propio envasado.
Proyecto para los próximos años
Este nuevo proyecto se inició a finales del año 2013 y tendrá una duración de cuatro años. En un principio sólo se centrará en los envases de carnes y pescados con atmósferas modificadas, cuando este sensor de calidad sea efectivo y funcional con esta serie de alimentos pasará a la segunda fase con los envasados de frutas, verduras, bollería, etc… El objetivo final es el de crear una herramienta para controlar la calidad de cualquier tipo de alimento.
Primero se centrarán en las carnes y los pescados por ser productos muy perecederos, la gran mayoría de estos alimentos se envasan en atmósferas modificadas y uno de sus principales inconvenientes es que la evaluación de la calidad sensorial, microbiológica o química no se puede realizar sin abrir el envase. Con este sensor se podría evaluar el producto sin necesidad de abrir el envase.
¿Cómo funciona?
El sensor óptico identifica y cuantifica los compuestos volátiles más importantes que se liberan durante el proceso de degradación de los alimentos. Según la opinión de los investigadores, esta herramienta permitirá el análisis microbiológico y sensorial de los alimentos. Estos investigadores trabajarán en el desarrollo de nuevos materiales específicos que se integrarán en los diferentes envases para detectar compuestos volátiles específicos, además realizará un modelo matemático para relacionar los datos ofrecidos por el lector con el estado y la calidad de los alimentos.
Cuando los compuestos volátiles interactúen con los materiales de recubrimiento se producirá un cambio en el índice de refracción de estos materiales, este cambio se detectará mediante infrarrojos, que se encuentran dirigidos por un aparato muy similar a un escáner de códigos de barras. Cuando se produce un cambio en el índice de refracción se produce un cambio en la longitud de onda de los infrarrojos, estos se traducirá en una información detallada sobre los compuestos volátiles usando el modelo matemático antes indicado.
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