El sistema de alertas europeo de la seguridad de alimentos RASFF notificó 478 casos de residuos de plaguicidas en productos provenientes de Turquía en el último año. El dato fue revelado por LA UNIÓ de Llauradors, la organización profesional agraria mayoritaria en el campo valenciano. La asociación reclamó mayores controles en productos turcos que coinciden con la producción valenciana.
Productos y contaminantes detectados
El informe de La Unió reveló que entre mayo de 2020 y agosto de 2021 la RASFF notificó 478 alertas referidas a residuos de plaguicidas prohibidos en España o que superaban los límites máximos permitidos por el mercado comunitario.
Los residuos corresponden a pesticidas como clorpirifos y metil clorpirifos. Estos pesticidas están prohibidos además en otros países del mundo como Estados Unidos. Tienen efectos sobre el sistema nervioso y afectan especialmente a los niños.
También se detectaron aflatoxinas y ocratoxina A. Las aflatoxinas son producidas por ciertos hongos y están relacionadas con enfermedades como el cáncer de hígado. La ocratoxina A es neurotóxica y carcinógena.
Los productos más afectados fueron los pimientos dulces, higos secos principalmente afectados por toxinas, frutos cítricos y granadas.
Controles insuficientes
Según la norma europea, los productos provenientes de Turquía son sometidos a distintos controles, pero los productores valencianos consideraron que son insuficientes. Por este motivo solicitaron intensificar dichos controles en los productos que coinciden con la producción valenciana, en especial cítricos y granadas.
En la actualidad los controles para detectar riesgo por residuos de plaguicidas se realizan con la siguiente frecuencia:
- Mandarinas en distintas variedades, frescas o secas: 5%
- Naranjas frescas o secas: 10%.
- Granadas frescas o refrigeradas: 20%.
- Pimientos dulces frescos, refrigerados o congelados: 10%.
La asociación reclamó no solamente intensificar los controles sino también agregar los limones a esta lista.
Por otra parte, denunció que a pesar de las alertas y notificaciones, el sistema europeo no ha disuadido a los productores de Turquía de utilizar plaguicidas que pueden ser peligrosos para la salud humana. De hecho, Turquía es el segundo país con mayor número de notificaciones después de la India.