Los precios del aceite de oliva alcanzan niveles máximos a finales de 2022. El aumento de los costes de producción, las condiciones de sequía y las repercusiones del conflicto militar en Ucrania son los principales culpables. El Gobierno ha respondido anunciando que reducirá el IVA, con la esperanza de que esta medida pueda mitigar las subidas de precios.
Con todo este contexto, el coste del aceite de oliva virgen extra es actualmente superior a los 5 euros por litro en su lugar de origen. Precios en constante aumento. Por otro lado, los aceites de oliva vírgenes se están vendiendo a unos 4,9 euros y el lampante a unos 4,8 euros, según se desprende del sistema de información de Poolred y del programa de seguimiento de precios de Infaoliva.
Desde principios de este mes, los precios de estos dos aceites se han contenido y se han puesto casi a la par. Un resultado que se atribuye a la disminución de su uso debido, tanto al encarecimiento de las tarifas, como a la pérdida de terreno del aceite virgen.
La producción de aceite de oliva este año se estima en la mitad que la anterior
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) informó de una producción importante de 1,5 millones de toneladas para la campaña 2021/2022. A esto se le sumaban unas existencias iniciales superiores a 420.000 toneladas y unas importaciones superiores a 210.000 toneladas.
En total, se contabilizaron 1,6 millones de toneladas de aceite de oliva. Más de un millón de toneladas se enviaron al extranjero y unas 600.000 se reservaron para el consumo dentro de nuestras fronteras.
Se calcula que la cosecha de este año, que comenzó en octubre, producirá unas 780.000 toneladas de aceite de oliva. Es decir, la mitad que en la campaña anterior. Cifras que contrastan con las cifras récord registradas el año pasado por estas mismas fechas.
En 2021 comenzó a recuperarse el precio de este producto español tras varias temporadas a la baja. Desde entonces se ha disparado un 40% respecto a las cifras del año pasado, un máximo histórico según los datos de la Comisión Europea.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de anunciar una medida para luchar contra la inflación: la bajada del IVA de los aceites de oliva y de semillas. En consecuencia, este se reducirá del 10% al 5%. Esto se suma a otras medidas adoptadas por su administración.
La guerra y la sequía, los dos principales culpables de la escasez y subida de precios
La guerra en Ucrania ha sido uno de los principales factores que han contribuido a la inflación de los precios del aceite de semillas. El más afectado ha sido el aceite de girasol, ya que es el primer exportador mundial. Según Arturo Hernangómez, técnico agrícola de la organización Asaja, este conflicto en la región ha tenido un efecto especialmente perjudicial en el precio del aceite de oliva.
Además de la falta de precipitaciones, con la consiguiente sequía, ha contribuido a la caída de la producción en esta campaña.
La oliva es escasa y de pequeño tamaño, con un rendimiento graso decepcionantemente bajo. Según Hernangómez, han observado cierta mejoría tras las lluvias del mes pasado. Sin embargo, estas lluvias han llegado extremadamente tarde.
Juan Luis Ávila, director del olivar andaluz de COAG, ha manifestado que la cosecha de este año es «completamente ridícula» y será recordada como una con los costes de producción más altos de la historia. Cree que hará que la mayoría de los cultivadores inyecten fondos adicionales en sus explotaciones.
Ávila denuncia la continua fluctuación de los precios e insta a intensificar las campañas de promoción del aceite de oliva virgen. Según sus palabras este producto no está funcionando adecuadamente entre los consumidores.
El ministro Planas ha pedido responsabilidad a todos los agentes implicados en el aceite de oliva
En un esfuerzo por combatir la subida de los precios, el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha instado a las partes interesadas de todos los ámbitos de la cadena de suministro a hacer un ejercicio de responsabilidad. Pero sus intentos se ven limitados por leyes de la oferta y la demanda a los que aluden tanto los productores del sector primario como los participantes de la industria. Del mismo modo, a los aumentos de costes de energía o materias primas.
El precio de la electricidad ha aumentado exponencialmente en los olivares de regadío, reflejando el vertiginoso incremento de los gastos, que ya se habían disparado tras la pandemia debido a la recuperación de la demanda económica mundial.
Según el secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, la actual sequía y el aumento de los costes de producción les están afectando mucho. Afirma que en el campo no se está produciendo ni de lejos la aceituna que se esperaba y prevé que esta cosecha será aún peor de lo que se pensaba.
Según Cano, hay que centrarse en gestionar la campaña actual con responsabilidad. Dado que la comercialización va a disminuir, es esencial que mantengamos unos precios en origen razonables para mantener los olivares tradicionales.