Un hombre bebe un trago de agua embotellada en un restaurante en el que celebra la graduación de su hijo y a continuación cae al suelo con un dolor espantoso que se refleja en su gesticulación y expresión corporal. Pide a sus acompañantes como puede que no beban del agua. Parece una escena de una película o serie de ficción, pero no lo es; este suceso se produjo en mayo del 2010 en un restaurante de Alicante, y el agua embotellada y precintada de la que bebió pertenecía a la firma Viladrau, propiedad de la multinacional Nestlé.
Hace más de seis años un hombre ingresó de urgencias en el hospital de Alicante con un fuerte dolor de garganta. Pasaron cinco días hasta que recibió el alta médica. El paciente había sufrido quemaduras en el esófago bastante graves justo después de haber bebido agua de la marca Viladrau en un restaurante, lo que hizo pensar a muchos en una posible relación causa-efecto. El consumidor optó por denunciar y, como consecuencia de ello, el juez ordenó la investigación de los hechos con el fin de aclarar si la causa real de las quemaduras fue o no la ingesta de parte del contenido de aquella botella Viladrau, una botella que según se indica en el informe del juez estaba perfectamente cerrada y precintada.
Sustancias perjudiciales
Tal y como relata el periódico El Mundo, el perito judicial ha concluido ahora que el agua tenía sustancias perjudiciales, y la Fiscalía ha solicitado continuar con el caso con el fin de ir a juicio. Además, señala el mencionado periódico, la Fiscalía “entiende que la embotelladora no tuvo cuidado, por lo que advierte de que puede haber un delito de lesiones por imprudencia grave”.
Por el momento el juez ha imputado a los responsables de Nestlé Waters por las lesiones presuntamente causadas al consumidor; la intención de la Fiscalía es solicitar durante el juicio, en el caso de que se celebrase, la responsabilidad civil subsidiaria a la conocida multinacional.
¿Anomalías en la producción?
El Mundo también cita otros datos de la investigación, como por ejemplo el que hace referencia a la posible apreciación por parte de la propia embotelladora de anomalías durante el proceso productivo en aquellos días del 2010: “El cribado que se realizó pudo no ser del todo escrupuloso, por lo que la botella contaminada llegó al restaurante de Alicante”, relatan las fuentes a las que ha tenido acceso El Mundo.
Los responsables de Nestlé Waters todavía no han hecho ningún tipo de declaración al respecto. Cabe preguntarse ahora si el magistrado abrirá o no juicio oral.
Noticias relacionadas
Deoleo pide una prueba de contraste después de la investigación de sus aceites en Italia
Un estudio encuentra ADN de rata y humano en muestras de hamburguesa