Según el último informe realizado por Ipsos España acerca del abandono de los patrones de ahorro adquiridos por los consumidores españoles desde el comienzo de la crisis económica, esta recesión ha provocado un cambio en el panorama de los hábitos de consumo de la gran mayoría de usuarios.
Al observar de forma detenida los resultados de este trabajo se puede apreciar como el 83% de la población afirma haber seguido algún tipo de comportamiento de ahorro durante estos últimos años. Este comportamiento de moderación en el gasto asciende hasta el 96% al comprobar a la población que se encuentra parada y se sitúa quince puntos porcentuales si se compara con los usuarios que disponen de un trabajo estable.
Desde que comenzó la crisis en el año 2008, el 70% de los consumidores españoles ha basado su ahorro en la adquisición de productos en oferta o promociones, seguido muy de cerca de productos de marca de la distribución con un 64% o la reducción del gasto en ropa y calzado con un 62%.
Gran consumo perjudicado
Cuando se hace un análisis crítico y pormenorizado de todos los datos ofrecidos por el estudio de Ipsos España, no ha duda de que el sector de bienes de gran consumo ha sido el más perjudicado por el ahorro: seis de cada diez españoles ha realizado menos gasto al no visitar bares y restaurantes, además un 60% de estos consumidores ha disminuido de forma destacada sus actividades culturales y de ocio.
Esta restricción en el ocio y en la restauración es el que ha provocado de forma principal el hábito de consumo de los usuarios. Casi ocho de cada diez españoles que han reducido su visita a este tipo de establecimientos opinan que el primer comportamiento que le gustaría normalizar tras estos años de ahorro y contención es volver a hacer uso de este tipo de servicios en lugar de consumirlos en casa.
Activación del consumo
A pesar de que los consumidores están cansados de la contención y del ahorro, todavía se albergan ciertos miedos a la hora de volver a los hábitos de consumo anteriores a la crisis. El 78% de los españoles que han dejado de visitar este tipo de establecimientos, sólo el 13% afirman que abandonará este comportamiento durante el año 2015, mientras que uno de cada cuatro señala que comenzará a acudir a este tipo de establecimientos con mayor frecuente, pero sin llegar al nivel de asiduidad con la que asistían en tiempos mejores. Por lo que se puede concluir que el 64% de los usuarios no variará su conducta hasta por lo menos el 2016.
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