El mecenas que mantiene a un pueblo de 29 habitantes

El pueblo Cerezales del Condado, provincia de León, cuenta con 29 vecinos durante la gran mayoría del año. Un pequeño lugar en el que el visitante puede encontrarse con un único bar, ‘La Cantina’, que dispone de un cartel bien llamativo de Coronita. Todos aquellos que pasan por esta curiosa localización aprecian el cartel y se preguntan el motivo de que un local con tan poca afluencia de clientes pueda disponer de una cerveza de talla internacional como esta.

La historia de este pequeño pueblo es sorprendente y muy curiosa. Antonio Fernández, presidente de la empresa que fabrica Coronita murió el pasado 31 de agosto en México DF a los 98 años de edad. El que fuera uno de los hombres más ricos de México nació en este pequeño pueblo leonés y siempre lo ha llevado en el corazón.

Desde México con amor

Desde el pueblo tienen un cariño muy especial a Antonio Fernández, ya que este hombre ha mantenido de forma personal su pueblo durante toda su vida: instaló una red de tuberías nuevas con depósitos y captaciones para abastecer a todos los vecinos, arregló el cementerio y su carretera, urbanizó la plaza, ha conseguido restaurarla iglesia y la ermita, construyó un centro cultural y de arte contemporáneo (fundación Cerezales), y un largo etcétera de iniciativas que demuestras que este mecenas nunca olvidó sus orígenes.

Además, Fernández nunca se olvidó de los parientes que dejaba en España. Desde la prensa local se ha comentado que ha repartido como herencia entre sus numerosos familiares de la provincia cerca de doscientos millones de euros. Antonio Fernández no tuvo hijos, pero tenía trece hermanos y un gran número de sobrinos. Sin duda el Gordo de la Navidad se ha adelantado unos meses para esta pequeña población de la provincia de León.

La labor de mecenazgo de Fernández no termina aquí, en el pueblo La Virgen del Camino (cerca de León) se encargó de mantener la labor de Pablo Díaz. En el antiguo seminario de los dominicos constituyó en el año 2002 la empresa de servicios Soltra, que hoy da trabajo a 300 personas, el 93% discapacitados. El ‘indiano’ siempre que su salud se lo permitía visitaba esta zona y transmitía todo su cariño a sus paisanos.