El hidromiel, la bebida fermentada a base de miel, agua y levaduras, cuenta con una historia rica y extensa. No en vano, se remonta a las antiguas civilizaciones griegas, romanas y vikingas. Conocido como la ‘bebida de los dioses’, fue consumido durante milenios y está considerado el primer fermentado de la historia y precursor de la cerveza.
Su elaboración se basa en un proceso de fermentación en el que la miel, su principal componente, es transformada por las levaduras, generando una bebida de sabor complejo que puede variar desde lo dulce hasta lo seco. Este proceso tradicional le da a esta bebida propiedades únicas que varían según la calidad de la miel utilizada y los métodos de fermentación.
En los últimos años, el hidromiel ha experimentado un renacimiento en el sector de la restauración gracias a su versatilidad y capacidad de adaptación a diferentes estilos culinarios. Al contener antioxidantes, minerales y propiedades digestivas, se ha convertido en una opción atractiva tanto para consumidores que buscan alternativas naturales como para chefs y sommeliers interesados en su potencial de maridaje. Su perfil sensorial, que puede recordar al vino o la sidra, permite combinaciones excepcionales, especialmente con platos salados, quesos curados o postres de frutas.
En este contexto, Hidromiel del Pueblo, elaborado por Bodegas de Igea SL, ha logrado posicionarse dentro del sector horeca como una propuesta auténtica y en la que destaca su calidad artesanal. El cuidadoso proceso de elaboración de esta bebida, a partir de mieles propias, puras de abeja, permite a la empresa controlar todo el proceso. “Desde la flor a la botella”, aseguran.
Esto contribuye a crear un producto artesanal con carácter que capta la atención de restaurantes, que ya cuentan con Hidromiel del Pueblo en su carta. Este mismo año, el prestigioso L’Atelier Robuchon, en Madrid, incorporaba a su selecta carta de bebidas el Hidromiel del Pueblo.
Bodegas de Igea se introducía así en la alta restauración por la puerta grande. Y es que, el restaurante sigue una concepción pionera de la alta gastronomía en barra, combinando oriente y occidente con refinada simplicidad. Su difunto fundador, Joël Robuchon, reescribió las normas de la hostelería moderna con la apertura en 2003 del primer L’Atelier, un concepto que cuenta con 32 estrellas Michelin en toda su red internacional de establecimientos.
Así, la inclusión de Hidromiel del Pueblo en su carta es un testimonio de la calidad y el sabor excepcionales de esta bebida.
Un proceso artesanal para crear un producto con carácter único
Para preparar su hidromiel la empresa sigue un proceso artesanal, con obtención en frío que garantiza el traspaso de todas las propiedades de la miel. Asimismo, además de usar propias mieles, el agua utilizada en todo el proceso pertenece un manantial de la Reserva de la Biosfera.
La fermentación controlada y la selección cuidadosa de cada ingrediente aseguran una bebida que no contiene aditivos artificiales, enfocándose en ofrecer una experiencia auténtica al paladar. Gracias a estos métodos, el Hidromiel del Pueblo logra un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, ideal para maridar con platos complejos o para disfrutar solo, como una bebida de calidad.
Hidromiel del Pueblo, disponible a solo un clic
Además de su presencia en restaurantes, Hidromiel del Pueblo ha lanzado su tienda online para que tanto profesionales de la hostelería como consumidores particulares puedan acceder a esta bebida de forma sencilla. Así, la plataforma facilita que los consumidores descubran las distintas opciones disponibles y que profundicen en el mundo del hidromiel. Esta apuesta por el comercio electrónico permite que la empresa acerque sus productos a un público más amplio, potenciando el resurgimiento de esta bebida con milenios de historia.
Para conocer más sobre Hidromiel del Pueblo y explorar su selección de hidromieles, visite su tienda online, donde podrá descubrir los valores y la autenticidad que esta empresa imprime en cada botella.