Internet forma ya parte de nuestras vidas de una manera imprescindible, a la vez que es uno de los puntos clave de las empresas para moverse mejor y darse a conocer. Por lo tanto la red es la vía de comunicación a la hora de llegar a los consumidores y un elemento muy importante cuando queremos construir una imagen de marca sobre todo digital. Pero al parecer no es tan fácil construir marca en Internet, las compañías se encaran con un problema en cuanto a la red. La forma de medir el éxito y la contestación de los consumidores a los contenidos que se suben a Internet ha conseguido que los responsables de estrategia digital centren su atención en elementos inmediatos.
La ‘importancia’ de los clics
No existe necesariamente una relación inmediata entre lograr una alta cantidad de clics y que ello realmente sea importante en términos de imagen de marca. Ya que la marca no se consigue con cierto número de clics sino que con una mezcla de elementos. La obsesión por estos clics está consiguiendo que los directivos dejen un poco de lado la verdadera importancia de construir marca y trabajar duro para alcanzar una imagen de marca resistente y con encanto, según comentan los expertos.
Ser conocido es importante porque dará más prestigio y conocimiento de la marca, pero emplear una narrativa atrayente y que se pueda distinguir con facilidad de lo que ya hay en el mercado o la creación de asociaciones emocionales entre los creadores del mensaje y sus receptores lo es más todavía. Por esta razón, no deben centrarse en los clics conseguidos, sino en algo mucho más complejo como lo es el conocer realmente la red y saber qué es lo que funciona en esta y lo que no.
Los cuatro puntos clave
Según un análisis publicado en Warc existen cuatro puntos clave sobre los que asentar el trabajo y aquellos que llevar a cabo a la hora de crear la marca.
La primera clave está en aquello que se ha vuelto imprescindible en nuestras vidas junto al Internet, el teléfono móvil. Los responsables de estrategia deben trabajar en los contenidos e interpretar cómo se perciben y se reciben en un mundo ya dominado por estos objetos tecnológicos. El teléfono móvil ha cambiado no solo la forma de ver el contenido, sino además el tipo de mensajes que captan tu atención y la manera de procesarlos. Como por ejemplo: algunos estudios demuestran que el 70% de contenido que consumimos online desde el móvil es de consumo inmediato, pero el 30% son aquellas cosas que requieren más calma.
La creatividad es el segundo punto clave. Hay que exponer los contenidos de la manera más ‘feed-friendly’ posible, presentarlo de la forma más correcta es tan importante como que sea el contenido apropiado.
Y así tenemos el tercer punto más importante, la distribución. Quizás esta sea una de las partes más importantes del proceso, ya que una buena distribución conlleva a buenos resultados y la llegada de más consumidores. El problema que esto implica es que las marcas se centran demasiado en hacer algo viral en lugar de realmente conseguir una buena distribución que les ayude.
Y el último punto clave que tenemos es trabajar los sistemas de medición de resultados, que tienen que ser menos básicos e inmediatos. Deben saber cómo medir la forma en la que afectarán las cosas en un futuro, no solo ahora mismo.