A pesar de la crisis económica y de la consecuente pérdida de poder adquisitivo, el consumidor español es algo reacio a la hora de consumir pescado procedente de piscifactoría, y ello a pesar de que es más barato que el salvaje.

Segúnla Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura–FAO-, en los próximos años aumentará la producción mundial de pescado proveniente de la acuicultura con el objetivo de responder a la creciente demanda de los consumidores a nivel mundial. En la actualidad ya se producen más de cincuenta millones de toneladas de pescado; esta cifra se traduce en el hecho de que la mitad de los productos provenientes del mar que se consumen en el mundo provienen de esta nueva técnica de cultivo.

El crecimiento de la población en el planeta, la preocupación por llevar una dieta sana y equilibrada tan característica de los albores del siglo XXI, e incluso la excesiva explotación de los mares y océanos; todos estos son aspectos que convergen en una consecuencia: Existe cada vez más demanda por parte de la población mundial de pescado procedente de acuicultura.

España cuenta con cinco millares de piscifactorías repartidas por toda su geografía y, a pesar de ello, en este país y en el resto de estados comunitarios el crecimiento de esta industria no sólo es más lento que en el resto del mundo, sino que además está aletargado. Una normativa menos exigente en lo que respecta al tratamiento de los animales, trabajadores, medio ambiente y salubridad pública en los países no pertenecientes ala Comunidad Europea podría ser la causa de este frenazo en el crecimiento de la industria en España y el resto de Europa.

Según se desprende de un estudio elaborado por la Fundación OESA(Observatorio Español dela Agricultura), el 30% del pescado criado por medio de la acuicultura que se consume en España es importado. Este dato es preocupante para el sector, ya que mientras que la industria española y europea se estanca, las importaciones crecen, ofrecen precios más competitivos en detrimento de otro tipo de garantías.

 

¿Por qué consumir pescado criado en piscifactorías españolas?

El pescado procedente de acuicultura no contiene anisakis en su interior, un parásito que afecta a los peces y cuya ingesta puede producir en el ser humano reacciones anafilácticas. Es por esta razón por la que se recomienda congelar el pescado salvaje antes de ser cocinado.

Los rigurosos controles en la alimentación y la crianza en general del pescado en las piscifactorías españolas constituyen una garantía de seguridad y salud para el consumidor que adquiere el producto español, un pescado fresco que no tiene por qué ser congelado previamente.

 

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