Entre escándalos y críticas, como las que realiza el conocido chef Jamie Oliver, la multinacional de comida rápida McDonald´s ha tomado la decisión de dejar de incluir en sus menús infantiles refrescos azucarados, sustituyéndolos por zumos, agua o leche.

Lo saludable está marcando tendencia. Si en países con una cultura gastronómica mediterránea la multinacional Mc Donald´s comercializa platos de pasta con el objetivo de adaptarse a los gustos y cultura locales, ahora, la conocida cadena de origen estadounidense va más allá: Mc Donald´s ha anunciado que dejará de incluir bebidas refrescantes azucaradas en sus Happy Meal, y que los sustituirá por otro tipo de opciones más sanas, como es el caso del zumo, el agua o la leche.

Esta iniciativa, que forma parte de una estrategia más amplia con la que se pretende concienciar a los consumidores y promover opciones más saludables en los menús de la cadena, cuenta con la colaboración de The Alliance for Healthy Generation, una institución que pretende combatir el problema de la obesidad prematura y que está financiada por la Clinton Foundation y la American Heart Association.

Nueva política corporativa

El compromiso de Mc Donald´s sólo es eso, una obligación contraída con los consumidores de que no volverán a anunciar sus Happy Meal entre refrescos, de que no incitarán a los menores al consumo de refrescos azucarados a través de sus paneles publicitarios o spots. Ahora bien, ese compromiso no pone trabas a la elección del consumidor: Si un padre decide que quiere que sirvan a su hijo su menú infantil acompañado de un refresco de cola, por ejemplo, el operario lo servirá.

Mc Donald´s pondrá en marcha este nuevo plan -que también incluye otras acciones, como sustituir las patatas fritas de los menús por otro tipo de platos más saludables, como las ensaladas de fruta y verduras– en una veintena de países; los restaurantes de Argentina, España, Francia, Alemania, Italia, Suiza, Reino Unido, Austria, Holanda, Suecia, Polonia, Rusia, Australia, Brasil, Canadá, China, Japón, Taiwán y Estados Unidos comenzarán a aplicar en sus menús estos cambios con el objetivo de mostrar su compromiso corporativo con las dietas equilibradas.