Los consumidores no confían en las marcas

La confianza en las marcas está muy dañada desde la llegada de la crisis económica, según el Informe Perspectivas del Consumo de Millward Brown. El momento más complicado fue a mediados del año 2013, cuando casi el 60% de los usuarios pensaba que lo mejor era comprar marcas de la distribución porque les salía mucho más barato y tenía la garantía de la cadena vendedora.

Este porcentaje se encuentra entre el 25% y el 30% en la actualidad, la preferencia por las marcas se encuentra en el 25,4% pero no acaba por despegar; todavía siguen muy lejos los porcentajes de fidelidad a las marcas de fabricante anteriores a la crisis.

La desconfianza en las marcas ha provocado que casi un tercio de los usuarios opina que lo mejor es comparar entre distintas referencias a la hora de realizar la compra semanasl, por lo que los lazos de lealtad se han roto. No obstante, la sensación de agobio por dar prioridad a los precios parece que ha terminado.

Precios

A pesar de tener menos importante, todavía el precio sigue siendo uno de los elementos esenciales a la hora de la realización de la compra, especialmente entre aquellos consumidores que disponen de unos niveles de renta mucho menos. Lo que parece que está bajo mínimos es la idea de probar entre marcas nuevas.

Parece ser que se ha asentado la idea de la recuperación entre los consumidores, que viene relacionada con la estabilización de la economía y que ha permitido evitar la etapa de sobresaltos de los últimos años. Esto ha permitido que las expectativas de consumo se hayan mejorar, no obstante todavía hay una leve resistencia a gastos que impliquen compromisos a largo plazo.

Se ha asentado la idea de recuperación diferencial, esto quiere decir que algunos sectores están lucrándose de los beneficios de la recuperación. Sin embargo, la imagen del país continúa siendo muy débil, las cosas ahora se ven con mucha más objetividad y hay un discurso mucho más racional acerca de los problemas del país.