En la actualidad, las tecnologías de la información y la comunicación (Tic) se han convertido en estructuras imprescindibles en el desarrollo de cualquier actividad; a través de la red de redes el ciudadano no sólo se informa y se comunica, sino que realiza actividades cotidianas como comprar productos o pedir cita al médico. La actividad comercial que desarrollan las pequeñas y medianas empresas no puede ni debe de ser ajena a esta nueva situación.
Ahora bien, ¿Aprovechan las empresas del sector agroalimentario los beneficios que ofrece el buen uso de las Tic? La respuesta a esta cuestión la han aportado la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León y la Fundación para el Desarrollo Infotecnológico de Empresas y Sociedad –Fundetec- a través del estudio ‘Libro Blanco de las Tic en el Sector Agroalimentario’.
En este informe se recoge información referente al estado del sector agroalimentario en lo que respecta a la utilización de las nuevas tecnologías, que se han alzado como elemento primordial a la hora de conseguir una mayor y mejor productividad, competitividad e innovación en las pymes.
Uno de los datos más significativos que aporta el ‘Libro Blanco de las Tic en el Sector Agroalimentario’ es que al menos un 9% de las empresas del sector agroalimentario no posee ni utiliza la herramienta imprescindible de la era de la información, el ordenador. Lo no tan novedoso es que, del 91% de empresas que sí utilizan esta herramienta, sólo un 16,14% lo utiliza para analizar el mercado y la competencia.
En cuanto a comunicación institucional y corporativa a través de internet, el informe publicado en Fundetec afirma que existe un 42% de empresas pertenecientes al sector agroalimentario que no dispone de página web; las estrategias de posicionamiento en los principales portales y buscadores de la red de redes son algo desconocido para casi la mitad de las pymes de este sector, y sólo un 15% de ellas utilizan las redes sociales para promocionar su imagen y productos.
Estos datos invitan a la reflexión, sobre todo si se tiene en cuenta que en España, por ejemplo, cada ciudadano pasa una media de 7,2 horas delante de la pantalla de su ordenador.