Ante la recuperación de la producción para los próximos meses, el grupo Lactalis prevé una bajada del precio en origen de la leche en España. Tal y como también está ocurriendo en otros países europeos. Aún así, continua la incertidumbre por el comportamiento del consumidor.
Ignacio Elola, consejero delegado de Lactalis Iberia, prevé una corrección a la baja del precio en campo. Sobre todo tras las ligeras bajadas de los últimos dos meses en países como Francia, Alemania, Italia y Países Bajos.
Un cartón de leche en el año 2021 se podía comprar a 60 céntimos de euro. Este es el precio que hoy gana el ganadero español. Un incremento del 70 % en una materia que es la base de la industria láctea.
«En los últimos meses la producción se está recuperando en nuestro país. Se están comprando vacas y novillas; en el campo aquellos con capacidad y voluntad de continuar están invirtiendo», ha matizado el responsable de Lactalis.
«Durante muchos años se han pagado por los lácteos precios muy bajos en España, comparados con otros países. El consumidor lo tiene que entender»
No obstante, Elola asegura que el panorama sigue siendo «incierto» por el impacto persistente de los costes energéticos. Al igual que los de materiales como el cartón o el plástico. Este último con un impuesto que la industria láctea española calcula que tendrá un coste adicional de 80 millones de euros.
Para Elola, la «gran incertidumbre» viene dada por el consumo, que «se mantiene con una ligera bajada y cierto cambio de hábito» en un contexto inflacionista.
«Tenemos que seguir intentando aportar el valor de nuestros productos. Durante muchos años se han pagado por los lácteos precios muy bajos en España, comparados con otros países. El consumidor lo tiene que entender». Ha afirmado el consejero delegado de Lactalis.
El grupo confía en contribuir a la alimentación sostenible y saludable con innovación. Y «productos de calidad apoyados en marcas muy fuertes». Además, lucha por reducir su impacto ambiental, garantizar el bienestar animal, obtener embalajes sostenibles, disminuir el desperdicio alimentaria. Y también alcanzar la neutralidad en carbono de toda su cadena en 2050.