Con la llegada del buen tiempo, cada vez son más los consumidores que quieren abandonar el interior del restaurante y situarse al aire libre para disfrutar de una buena comida. Contar con una buena terraza en un espacio privilegiado y un servicio adecuado puede generar unos altos ingresos extra, ya que este espacio es adicional al que se encuentra en el interior del restaurante.
Para que los clientes queden satisfechos con este nuevo espacio es imprescindible que se le dedique tiempo y algo de dinero en decorar y adecentar con los muebles idóneos. Esto no supondrá un problema, ya que en la actualidad hay una gran multitud de minoristas que realizan un gran trabajo y que no tienen unos honorarios demasiado altos.
Limpieza y estrategia
Para comenzar a adecentar este nuevo lugar en el que los comensales se situarán, hay que realizar una limpieza a fondo del lugar tras un invierno muy largo: Hay que ser muy cuidadoso y arrancar las malas hierbas, dejar las ventanas como nuevas y adecentar todos los muebles de la terraza para que tengan un aspecto como si se acabaran de adquirir.
Además de limpieza, los clientes también quieren un diseño bonito y creativo que los atraiga y los haga volver una y otra vez. Por lo que hay que darle la misma importancia a la terraza que al diseño que se realizó en el interior: la terraza debe de transmitir las características de la marca y de la historia del local, no es recomendable situar mesas de plástico genéricas y sillas de jardín, el estilo es clave.
Otro de los factores clave a la hora de montar una terraza es la estrategia que se seguirá al situar los asientos. Se debe de configurar la terraza para que se puedan establecer el mayor número de sillas y mesas, no obstante hay que tener en cuenta que la cocina sea capaz de llevar tal número de comensales extras. También hay que ser conscientes del tipo de clientela a la que se quiere dirigir, por lo que si se atiende a un número de personas menor y más sofisticados se podrá configurar la terraza con cómodos sofás y mesas de café para reuniones sociales.
Sombras y olores
La clientela no visitará un restaurante que tenga la terraza a pleno sol, el verano en España es muy caluroso y un local que no esté equipado con sombrillas, carpas o toldos para proteger a los clientes tiene pocas probabilidades. En este sentido hay una amplia variedad de sombrillas, toldos y demás elementos para proteger a la clientela, sólo hay que visitar a los diferentes minoristas y presentar las características de la terraza y el estilo que se quiere seguir.
Otro de los problemas que suele surgir a la hora de establecer una terraza es el de los insectos, hay que considera la instalación de pantallas alrededor de la terraza para que se mantengan fuera de los comensales y de sus alimentos. Para realizar a cabo esta labor hay que abandonar el uso de flores que atraigan a abejas, también se pueden sembrar plantas repelentes contra mosquitos y hay que ser muy cuidadoso de que la terraza esté lejos de platos sucios y basura.
Una de las mejores opciones que se puede utilizar a la hora de montar una terraza es la del marketing olfativo. Si el restaurante está envuelto de un aroma atrayente los clientes acabarán quedándose. Esto es posible estableciendo una parrilla al aire libre, además de servir como atracción para los clientes también puede contar como un entretenimiento visual dentro de la terraza.
La apertura de una terraza es una opción casi obligada para muchos locales que se encuentran situados en enclaves turísticos, no obstante no todos lo hacen de la forma adecuada y pierden una gran cantidad de clientes potenciales por el simple hecho de no prestar la atención suficiente.