La cadena de hipermercados de origen francés Carrefour ha dado a conocer su intención de fortalecer sus políticas de desarrollo sostenible a través de Carrefour BIO y Carrefour ECO Planet, dos marcas especializadas en productos ecológicos. En la actualidad, Carrefour es la cadena de gran distribución que más superficies comerciales tiene en España en la que se comercialicen este tipo de productos.
La segunda cadena de gran distribución después de Wall-Mart ha comunicado esta decisión a principios de este mes de abril, un mes en el que se celebrará, como todos los años, el Día Mundial de la Tierra.
Tendencia hacia lo ecológico
Los productos ecológicos están marcando tendencia en todo el mundo, pero sobre todo en España. No es casual que dentro de las fronteras españolas los cultivos ecológicos se estén extendiendo de manera vertiginosa: Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en España el consumo de alimentos ecológicos ha crecido un 6,62%. Esta cifra se traduce en el hecho de que España es el séptimo país que más alimentos de este tipo consume del continente europeo.
El consumidor español prefiere productos con sello ecológico, razón por la que este país ya es el primer productor de este tipo de productos en Europa, pero también el principal suministrador, ya que el 35% de los alimentos ecológicos que consumen los europeos procede de España.
La importancia del desarrollo sostenible
El día 22 de este mes se celebrará en todo el planeta el Día de la Tierra con el objetivo de recordar a la sociedad que es necesario concienciarse de problemas como la contaminación o la superpoblación, entre otros, y que es preciso hacer un esfuerzo común por proteger la biodiversidad.
Saber dar una respuesta acertada a las necesidades que tiene la sociedad actual sin poner en peligro las capacidades de respuesta de las generaciones futuras; esta idea tan sencilla es la que encierra el concepto de política de desarrollo sostenible, tan utilizado tanto por pequeñas empresas, como por grandes las corporaciones.
Aplicar una buena política de desarrollo sostenible implica gestionar el crecimiento actual de las empresas de tal forma que no se ponga en riesgo el potencial crecimiento de las generaciones que vendrán. Para ello, las empresas deberán procurar un crecimiento equilibrado y coordinado de las esferas económica, social y medioambiental.