La clorosis férrica moderada es una deficiencia leve de hierro en la vid. Tradicionalmente se estudió su influencia en la producción de clorofila, ya que la disminuye. Sin embargo, una investigación reciente revela que esta deficiencia tendría un efecto positivo en vinos elaborados con uva Tempranillo. Es porque disminuye el pH, favoreciendo la percepción sensorial. El hallazgo fue realizado por el Grupo de Investigación Reconocida en Viticultura y Enología (GIRVITEN) de la Universidad de Valladolid. Además, se publicó en la revista científica Food Chemistry. Según los investigadores, estos resultados podrían extrapolarse a otras variedades de uva.
Clorosis férrica moderada de la vid: qué es, causas y efectos
La clorosis férrica de la vid es una carencia de hierro que afecta la fotosíntesis. Los viñedos antiguos son naturalmente resistentes. Sin embargo, las vides de origen americano se ven afectadas. El síntoma típico es la pérdida del color amarillo. Se da con mayor frecuencia en suelos calcáreos, ya que impiden la absorción adecuada del hierro. Sin embargo, no es la única causa. Otras son:
- Elevada concentración de dióxido de carbono en el aire a causa de la contaminación.
- Altas temperaturas.
- Exceso de luz.
- Exceso en el uso de nitrógeno para fertilización.
Si la clorosis férrica no se detecta a tiempo, puede causar la muerte de la planta. Hay tres categorías o niveles: clorosis férrica leve, clorosis férrica moderada y severa. En tanto, no se conocen síntomas por exceso de hierro.
Según el caso hay distintos tratamientos, como mejorar o airear el suelo, aportar hierro mediante fertilización foliar o abonos caseros.
También se trata mediante aplicaciones en los cortes de poda, en hoja o suelo de sulfato de hierro.
Hallazgos de la Universidad de Valladolid sobre la clorosis férrica moderada
Tradicionalmente se recomienda evitar o corregir la clorosis férrica moderada o leve. Es porque tiene efectos sobre el mosto, el aroma y color de la uva, mosto y vinos.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Valladolid sugiere que la deficiencia de hierro en el viñedo puede tener efectos positivos en el vino.
La investigación fue realizada por un equipo de investigación en viticultura y enología del campus de Palencia de la Universidad de Valladolid en la Ribera del Duero.
Se analizaron vinos elaborados con uva Tempranillo que ha sido extraída de veinte subparcelas de viñedos de secano ubicadas en Pesquera de Duero.
Este trabajo confirma los resultados de otros ya realizados por el equipo, según lo informó el catedrático en el Departamento de Producción Vegetal y Recursos Forestales y coordinador del grupo de investigación, Pedro Martín.
Por ejemplo un estudio del año 2016 ya adelantaba que la clorosis férrica moderada provoca un descenso de la actividad de la planta y el pH del vino. Sin embargo, mejora los índices de madurez tecnológica y contenido fenólico de la uva. Así, sus efectos se detectan en la composición y valoración sensorial del vino.
La calidad sensorial del vino depende, principalmente, de su aroma. Éste a su vez está condicionado por el terreno y el entorno natural. El hallazgo fue una percepción sensorial mejorada: mayor degustación de la acidez y del balanza azúcar/acidez en la boca, así como mejora en el aroma, incremento de las notas florales y de la intensidad de los tonos rojos del vino.
Vinos a los que se puede aplicar esta mejora
El estudio se realizó sobre viñedos de la variedad de uva Tempranillo. De hecho, el 90% de los vinos de la Ribera del Duero se elaboran con esta variedad. Según informa el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, se la conoce también como tinta del país o tinto fino.
Debe su nombre a la maduración precoz de la baya, ya que alcanza su punto óptimo antes que otras variedades. Con esta uva se obtienen vinos tintos, de fuerte coloración violácea, con aromas a frutos del bosque. Su acidez es media, aunque en la sobremaduración tiende a ser dulce.
En resumen, las investigaciones demostraron que un nivel de clorosis férrica moderada en el viñedo puede tener aspectos muy positivos sobre la calidad de la uva y el vino. Ahora proyectan trabajar sobre estos resultados y extrapolarlos a otros tipos de uva. Incluso se podrá probar con variedades blancas. Los investigadores creen que se obtendrán resultados cualitativamente similares.