En palabras de su director para Europa, Enrique Orge, el grupo de conservas Calvo está comprometido con un modelo de empresa y pesca sostenible. La sostenibilidad es, en realidad, la única forma de proteger nuestro planeta y garantizar su continuidad en el negocio. De este modo, abogan firmemente por eliminar de la cadena a cualquier empresa que no actúe de forma responsable y sostenible.
En 2019, la empresa lanzó Compromiso Responsable para ser una compañía de pesca sostenible y responsable. En concreto, un plan que fija 21 objetivos que deben alcanzarse para 2025. Estos se dividen en 3 categorías principales: océanos, medio ambiente y personas. En consecuencia, cada año publican en su sitio web el progreso de estos objetivos tras someterse a la certificación de terceros.
La empresa se ha fijado objetivos para una pesca sostenible y responsable
Ejemplo de esto es que la empresa se compromete a que el 100% de sus conservas de atún procedan de fuentes de pesca sostenible y responsable (67% alcanzado). Asimismo, que el 30% de las capturas se realicen sin dispositivos de agregación de peces (14,29% logrado). También limitar a 300 los DCP por barco, en contraste con el máximo autorizado de 450 (alcanzado con media de 285). Además, garantizar que sean biodegradables (7,2% conseguido).
Como empresa, queremos aportar nuestro granito de arena a la protección del medio ambiente en general. Nuestros objetivos son ambiciosos pero alcanzables. En primer término, que la mitad de toda la electricidad consumida proceda de fuentes renovables. En realidad, actualmente ya lo es el 84% de ella. Seguidamente, que los residuos enviados a vertederos sean cero. En consecuencia, en 2021 se recupera el 96% del residuo. Además, que los materiales utilizados para los productos deben ser reciclables al 100%. Por otra parte, que el consumo de agua por tonelada producida debe reducirse en un 10%.
Calvo produce y distribuye aproximadamente 100.000 toneladas de conservas de pescado al año. Por lo tanto, supone el 20% de todo el mercado español. En otros términos esto significa que la compañía extrae más de 100.000 toneladas de recursos del mar. Las partes no aptas para conservas se transforman en harina y aceite de pescado de primera calidad que se venden a terceros. Este negocio genera ya un 2% de ingresos sólo en Calvo.
Muchos de sus objetivos, de Compromiso Responsable para 2025, ya los han alcanzado
Orge ha explicado que han entendido que es necesario mejorar su huella medioambiental. Por una parte, por convicción y por otra, porque hoy en día existe la conciencia de que el planeta necesita protección. Como muestra de ello, la sostenibilidad está tanto en la agenda política como en la mente de muchas personas. El cambio climático es real, por lo que es necesario esforzarse por preservar la biodiversidad practicando una pesca sostenible y siendo una empresa responsable con el medido ambiente.
Como empresa que extrae materias primas del mar para alimentar a las personas, asumen su responsabilidad como parte de esta economía global. Según han declarado su pequeña contribución podría ser insignificante por sí sola, pero junto con muchas otras iniciativas afines, se conseguirá hacer de este planeta un lugar mejor para las generaciones futuras.
Los pescadores y las empresas que dependen del mar somos los más interesados en preservar su sostenibilidad. Por el contrario, no practicar una pesca sostenible y caer en la sobrepesca puede reportar beneficios a corto plazo, pero comprometería sus perspectivas de futuro, tanto a medio como a largo plazo.
Hoy en día se ha avanzado mucho en la protección y gestión de los océanos del mundo. Se han puesto en marcha medidas de control exhaustivas, como temporadas de veda o límites de capturas establecidos por las organizaciones regionales de pesca (ORP). Estas normativas se basan en la ciencia para garantizar, con una pesca sostenible, que nuestros océanos permanezcan sanos para las generaciones futuras.
Sus prácticas se guían por la normativa de Fundación Internacional de Pesca Sostenible
Tomamos la decisión consciente de avanzar adoptando las prácticas de la Fundación Internacional de Pesca Sostenible (ISSF). Como consecuencia, tuvimos que retirar de nuestra cadena de suministro a un socio comercial que no cumplía la normativa y echaba más barcos a alta mar de los permitidos.
En este sentido, subrayó que las grandes cadenas de distribución como El Corte Inglés, Mercadona y Carrefour deberían premiar a quienes hacen su parte de forma ética. En consecuencia, incluso informarse antes de poner las existencias en las estanterías de sus tiendas. Esto es algo que ya se practica en los países nórdicos. Garantizar que los artículos proceden de empresas responsables y sostenibles antes de venderlos podría mejorar la responsabilidad de todo el sector.
Al ser preguntado por las finanzas necesarias para poner en marcha Compromiso Responsable, respondió que no manejan estas cifras ya que se considera un forma de trabajar en lugar de un gasto.
Cree que es un gran riesgo el que una empresa se base en esos cálculos. Si en consecuencia, decide no actuar en favor de práctica empresaria responsable y forma de pesca sostenible, debido a la expectativa de obtener beneficios a corto plazo, las posibles consecuencias a largo plazo pueden ser nefastas.
Seguidamente, ha subrayado que «Se puede ganar dinero siendo sostenible». De este modo, ha remarcado que es primordial recordar que las empresas deben generar beneficios para poder realizar inversiones, desarrollar innovaciones y asumir riesgos.
El ejecutivo declaró con orgullo: «Hemos alcanzado y mantenido la sostenibilidad sin dejar de ser rentables. La única forma verdadera de acabar con el problema del lavado de cara verde – greenwashing – es mediante la educación y la difusión de información.