La organización agraria denuncia caídas del 30% en las últimas semanas y advierte: “Lo que subió por la sequía, ahora baja por especulación”
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha emitido una voz de alarma ante la fuerte caída del precio del aceite de oliva en origen, que en apenas unas semanas ha descendido un 30%. Un desplome que la organización considera injustificado y que achaca directamente a la especulación de ciertos operadores del mercado.
Tras meses de precios elevados motivados por la sequía y la escasa producción, ahora el sector vive una situación inversa que, según UPA, “no responde ni a la lógica productiva ni a las necesidades de los agricultores”.
Precios que no cubren los costes de producción
“Los agricultores están asfixiados”, denuncian desde UPA. “Nos enfrentamos a unos costes altísimos de producción —en energía, abonos, fitosanitarios y mano de obra— y ahora vemos cómo los precios en origen se desploman sin motivo real que lo justifique”.
La organización agraria sostiene que “el precio del aceite subió por una razón objetiva: no había producto por la sequía. Ahora que ni siquiera ha arrancado la próxima campaña y que seguimos con reservas escasas, no hay motivo para esta bajada”. UPA denuncia que determinados operadores están “generando una burbuja artificial de expectativas” que presiona a la baja los precios, perjudicando gravemente al sector productor.
Exigen medidas urgentes al Ministerio de Agricultura
Ante esta situación, UPA ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que actúe “con urgencia” para evitar un nuevo colapso del sector olivarero, como ya ocurrió en 2019. Piden que se extreme la vigilancia en la cadena alimentaria, garantizando el cumplimiento de la Ley de la Cadena, que prohíbe expresamente la venta a pérdidas.
Además, instan a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a reforzar las inspecciones para detectar posibles prácticas desleales o abusivas por parte de intermediarios e industrias.
UPA también recuerda que el aceite de oliva es un producto estratégico para España —líder mundial en producción y exportación—, con un fuerte impacto en la economía rural y en el empleo de numerosas comarcas del país.
Una campaña 2025 marcada por la incertidumbre
La nueva campaña de recolección de aceituna aún no ha comenzado, pero la previsión sigue siendo incierta. Aunque las lluvias de las últimas semanas han aliviado parcialmente la sequía, aún no es posible prever si la próxima cosecha será abundante.
“No hay certezas de que vayamos a tener una buena campaña”, insisten desde UPA. “Sin embargo, los mercados ya están actuando como si la producción fuese a duplicarse, lo cual es una falacia”. Por ello, reclaman “máxima prudencia” a todos los eslabones de la cadena y piden a la distribución que no utilice el aceite como producto reclamo.