Marketing Gran Consumo – Tesco Corea del Sur
Con el nombre de Homeplus y en forma de supermercado virtual, Tesco llega al país asiático posicionándose por encima de su competidor más fuerte.
No hay rival que se le resista a la popular cadena de alimentación británica, ni siquiera el mismísimo E-MART, hipermercado líder en ventas de Corea del Sur.
Una propuesta de valor ingeniosa
¿Cómo llegar a ser nº1 sin abrir nuevos establecimientos? se preguntaba Tesco con idea de comenzar su expansión al mercado asiático. No era nada fácil, teniendo en cuenta que E-MART contaba con un mayor número de tiendas en Corea del Sur.
Tras un estudio sobre el comportamiento del consumidor coreano, Tesco entendió que, para el estresante ritmo de vida de una población que pasa el día entero trabajando, el simple hecho de hacer la compra podía suponer un suplicio. Fue entonces cuando se le encendió la bombilla. La solución estaba en invertir el proceso de compra, haciendo que el producto se acercara al consumidor, en lugar del consumidor al producto. ¿Cómo? Mediante supermercados virtuales Home Plus implantados en las estaciones de metro.
Códigos QR en alimentación
Home Plus presenta la misma apariencia que los supermercados tradicionales, lo novedoso radica en que la compra se hace a través del móvil. Así es. Aunque pueda resultar futurístico, es más sencillo de lo que parece:
Los smartphones permiten la descarga de una aplicación que lee los códigos de respuesta rápida o QR (del inglés quick response), incluidos en cada uno de los productos del supermercado virtual. Una vez que se dispone de la aplicación, sólo hay que escanear o fotografiar con el móvil el código del producto deseado e inmediatamente se añade al carrito virtual. Después de pagar la compra, te la llevan a tu misma puerta.
¡Y llegó la revolución!
La innovadora estrategia de marketing que Tesco ha llevado a cabo no sólo ha desbancado al gigante E.Markt del primer puesto, sino que ha logrado aumentar en un 76% el número de clientes registrados y en un 130% las ventas online. En base a este éxito arrollador, ya nos podemos hacer una idea de cómo pasan el rato los surcoreanos mientras esperan el metro.
