A la hora de fidelizar, todo vale mientras se haga uso de una estrategia de venta llamativa que sirva para captar la atención del consumidor.Entre las diferentes posibilidades se puede elegir descuentos, 2×1, ofertas, sorteos, tarjetas de cliente, de regalo, de devolución, o formularios programados con un software de fidelización y así obtener datos para futuras promociones.
En su caso, las tarjetas de fidelización se extienden cada vez más entre la población. Hace unos años únicamente las veíamos en supermercados y grandes establecimientos. Hoy, incluso pequeñas tiendas de barrio las usan. Cuando se acepta una aparece un vínculo entre el consumidor y el establecimiento de doble interés: por una parte, el empresario intenta retener al cliente “fiel” otorgándole un estatus diferente al del resto de clientes y por otra, éste último, espera de la empresa un trato preferente, descuentos, etc.
¿Qué espera el consumidor de las tarjetas de fidelización?
Según un estudio elaborado por The logic Group, empresa especializada en la fidelización del cliente, se desprende que por el negativo contexto económico vivido en los último años, los hábitos del consumidor están cambiando. La forma de consumo más responsable donde se observa una clara tendencia hacia el ahorro está proporcionando una relevancia e importancia que antes no tenían los programas de fidelización. A este respecto, es el sector de gran consumo el que recoge un mayor índice de fidelidad con un 70/71% de la población. Sin embargo y aunque no todos los clientes se sientan satisfechos, según el estudio, vuelven a ser los supermercados los que cuentan con un porcentaje de fidelización más alto con un 73%.
En cuanto a la relación que el consumidor desea mantener con el negocio una vez que posee una tarjeta de fidelización, la mayoría pretende que se reconozca y se premie su lealtad, al igual que se espera que su trato sea diferente. A partir del estudio se obtiene que la mayoría prefiere recibir descuentos en productos o recibir un buen servicio mientras que sólo una pequeña minoría le da importancia a recibir descuentos o regalos promocionales gratuitos.
En contraposición…
En contraposición nos encontramos con la cara B de la emisión de las tarjetas, es decir, los beneficios que obtienen las empresas.
Lo que resulta inequívoco es que las empresas hacen uso de las estrategias de fidelización para obtener más beneficios, pero también utilizan el marketing relacional, esto es, estrategias para crear, fortalecer y mantener las relaciones de las empresas con sus clientes, logrando buscar los máximos ingresos por cliente.
De esta manera y por medio de métodos como la tarjeta de fidelización, la empresa recauda datos como la edad, el estado civil, número de hijos, lugar de trabajo o incluso la marca favorita de café. De esta forma y mediante un exhaustivo estudio de los datos del consumidor, la empresa puede conocer las necesidades del cliente y ofrecerle ofertas según su perfil, se gestiona así al máximo el valor del cliente. Pero para que este modelo de marketing tenga éxito se ha de poner en juego dos factores. Por un lado, que la información del cliente sea la más precisa y fideligna posible y, por otro, debe haber una comunicación entre la empresa y el cliente de forma frecuente y continuada para poder sacar así el mayor rendimiento posible.