El Consejo de Ministros aprobó el viernes 19 de julio un Real Decreto para la aplicación de las medidas del Programa de apoyo al sector vitivinícola español comprendido en el periodo 2014-2018. Esta serie de medidas se comunicaron de forma previa a la Comisión Europea el 27 de febrero y se cumplió de esta manera la normativa comunitaria de forma correcta y pertinente. Esta serie de medidas para recibir ayuda por parte de la Unión Europea son para la promoción del vino en terceros países, para la restructuración y la reconversión del viñedo, para la eliminación de subproductos y para las inversiones.
A la hora de las inversiones para las mejoras, la novedad en relación con el Programa de apoyo 2009-2013 es que destaca la inclusión de apoyo comunitario para la medida de inversiones destinadas a mejorar todas las condiciones de producción y de comercialización de los mejores vinos españoles.
El apoyo que recibirá España por parte de la Unión Europea se materializará a través de una serie de subvenciones para los diferentes activos tangibles o intangibles, lo que ampliará el ámbito de aplicación a instalaciones de transformación, infraestructura vitivinícola y la comercialización del vino en España. También estará estipulada la posibilidad de apoyar diferentes inversiones en países de la UE para mejorar la comercialización.
Restructuración, promoción y eliminación de subproductos
Se mantendrá el apoyo al viñedo a través de la reestructuración y la reconversión, con esta norma se pretende desarrollar el marco general de la aplicación mediante los planes de reestructuración que se realizarán de forma prioritaria con carácter colectivo. Se fijarán una serie de requisitos y condiciones mínimas que tendrán que tener los planes de restructuración (número de agricultores, superficies a reestructura y el tamaño de las parcelas). En este sentido también se realizará la regulación del apartado financiero de medidas iniciadas en el periodo 2009-2013 que no han sido pagadas hasta este momento.
Esta serie de medidas también tiene la intención de potenciar la mejora de la posición de los vinos españoles en los mercados exteriores, para seguir la línea del fomento internacional que es prioritaria en la actualidad. Se debe de dar prioridad a solicitantes de la ayuda que hasta este momento no habían recibido apoyo.
También se regula la eliminación de subproductos, por lo que se establece la posibilidad de la utilización de un procedimiento de retirada controlada mediante la presentación de un proyecto detallado, por lo que contribuye de esta manera a fomentar la protección del medioambiente. En este sentido se establecen las medidas para la destilación de los subproductos y su apoyo como medida de mejora de la calidad de los vinos que se van a elaborar, así se establecen los diferentes montantes de las ayudas a los destiladores.