Según nos informaba ICEX, el pasado día 10 de febrero, el Parlamento Europeo adoptó una nueva reglamentación para el etiquetado de alimentos. Con esta nueva etiqueta se pretende lograr que los consumidores estén más informados sobre lo que comen. Algunas de las novedades para facilitar la legibilidad de los consumidores, las carnes frescas deberán detallar la procedencia y los embalajes no podrán especificar ingredientes que no entren en la composición del producto.
El etiquetado de alimentos es el principal medio de comunicación entre los productores de alimentos y el consumidor y suponen una herramienta muy útil para informar sobre cualquier indicación que haya que tener en cuenta a la hora de consumir el producto. Por el contrario, el etiquetado de un producto no debe inducir a error al consumidor, ni atribuir efectos o propiedades que éste no posea así como no atribuir propiedades terapéuticas o curativas del producto.