El Tour de Francia, la carrera ciclista más importante del mundo, dispone todos los años de una gran cantidad de patrocinadores que aprovechan este acontecimiento para darse a conocer ante el gran público. Este año 2016 ha traído una gran polémica, ya que uno de los patrocinadores son los vinos chilenos Bicicleta.
El nombre de la marca del grupo Cono Sur viene más que perfecto para representar una carrera como el Tour de Francia, por esta razón ha sido escogida para formar parte de la prestigiosa competición. No obstante, la decisión no ha sentado bien al sector vinícola de Francia, que se siente menospreciado en su propio país y en una carrera que tiene repercusión mundial, que es el acontecimiento ideal para publicitar en el extranjero el gran vino galo.
Los productores en guerra
Los productores de vino han alzado el grito dictaminando que se sienten humillado y que el vino esta uno de los productos más importantes de Francia. El Tour es parte del patrimonio cultural y deportivo del país, por lo que se erige como un escaparate en el que el vino debe de estar incluido. Para el vino de Francia, el Tour debe de ser un escaparate para que los productores de la tierra puedan promocionar su producto, por lo que incluso animan a boicotear la carrera y parar etapas.
La línea de vinos Bicicleta tiene once cepas diferentes y destacan por su expresividad de su fruta y por destacarse como un buen ejemplo de innovación, estilo y creatividad. La bicicleta se ha convertido en un icono que representa un homenaje a sus trabajadores, al compromiso de la empresa con el desarrollo de una viticultura de excelencia y respeto por el medio ambiente.
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