La tendencia de comprar digitalmente es cada vez más frecuente en una ocupada sociedad invadida además por la era de las tecnologías. Muchos problemas de hoy son resueltos con tan solo un dispositivo y un simple clic, de hecho incluso en las aulas ya es común la competitividad tecnológica entre estudiantes.Este boom de las tecnologías, omo todos sabemos, ha influido notablemente en nuestro día a día, exceptuando a las personas de avanzada edad, nadie pasa un solo día sin hacer uso de un dispositivo digital, ya sea teléfono móvil u otro dispositivo que le permita comunicarse, compartir noticias y publicaciones, leer la prensa e incluso realizar la compra. Esta opción de realizar la compra cotidiana online ha pasado de ser algo inusual a ser un hecho cada vez más frecuente especialmente en personas de alto rendimiento laboral.
¿Por qué preferimos la compra digital?
Vivimos en una estresada sociedad ocupada por la rutina, pocos son los individuos que disponen de tiempo para una labor tan sencilla como la compra diaria. Naturalmente, las personas afectadas por esta situación pertenecen a la población activa, por lo que según unas recientes estadísticas, algunas de ellas no solo deciden “ahorrar tiempo” en esta tarea realizando la compra de forma virtual, sino que ocho de cada diez personas lo hacen en el mismo puesto de trabajo. ¿Es positivo este dato? ¿Beneficia realmente esta medida al consumidor? Si bien son muchas las personas que apenas disponen de espacio más allá de su vida laboral, la mayor parte de éstas oscila entorno a los treinta y cincuenta años, a parte de pertenecer a la población activa como ya se ha señalado, suelen tener que cumplir otras obligaciones de carácter familiar. Por ello usan la alternativa del “supermercado online” con el fin de aprovechar el tiempo, un tiempo del que muchas realmente no disponen.
Compras digitales ¿ventaja o desventaja?
Uno de los frecuentes dilemas en los que se enfrentan los consumidores asiduos a un dispositivo digital es la efectividad de dicha operación. “Dar gato por liebre” es un dicho común que significa engañar a alguien dándole un artículo o producto de inferior calidad a la que ha solicitado. Son bastantes los casos reales donde esto ha ocurrido, por lo que las personas que realmente tienen disponibilidad prefieren acudir personalmente al supermercado físico a realizar sus compras, aunque esto suponga aguardar varios minutos de espera para ser atendidos en ciertas secciones, esperar en una larga cola hasta pagar los productos y cargar personalmente con la compra hasta casa.