La cadena de supermercados Caprabo ha instalado un minisupermercado en el Salón de la Infancia, así los niños que se encuentran  de visita pueden entrar y realizar una compra saludable. Desde Caprabo se ha montado esta iniciativa para así educar a los niños para que realicen una alimentación saludable a partir de la pirámide alimenticia.

Cuando los niños visitan el espacio que Caprabo ha situado en el Salón de la Infancia reciben una educación que les permite conocer los alimentos idóneos para su desarrollo, así cuando son llevados al minisupermercado pueden poner en práctica, con la ayuda de formadores, la que se consideraría como una compra saludable con dinero ficticio.

Con esta iniciativa Caprabo quiere contribuir a la educación de los niños en uno de los aspectos más importantes de su vida, la alimentación. Gracias a esta campaña la red de supermercados Caprabo quiere combatir uno de los principales problemas con los que se encuentran los niños españoles en la actualidad, la obesidad.

Caprabo esta posicionándose contra este problema actual que afecta a un porcentaje muy alto de los niños, por este motivo se ha unido a otras empresas de la industria alimentaria, instituciones privadas y públicas. Todas estas instituciones han encabezado una iniciativa para promover hábitos saludables entre los más pequeños y sus familias.

Además de que el niño tiene que practicar actividades físicas de forma continua y tener hábitos de vida saludable también hay que tener una alimentación sana y variada. Los niños tienen que aprender a respetar la pirámide alimenticia.  Por este motivo Caprabo ha montado este curioso minisupermercado que permite ofrecer unas clases prácticas a los niños para que entiendan la importancia de comprar alimentos para tener una dieta equilibrada.

Los monitores que Caprabo ha situado en una instalación dentro del supermercado explican la pirámide nutricional e informan a los niños que las frutas, verduras, lácteos, legumbres, carne, pescado y huevos tienen un papel muy importante en la alimentación.  Los niños tienen que aprender que las grasas y dulces sólo deben de ingerirse de manera ocasional, tras este pequeño curso los niños se introducen en el supermercado y cargan sus cestas con los productos idóneos para después pagarlos en la caja con dinero ficticio.