UPA-UCE Extremadura ha advertido del sombrío futuro al que se enfrentan los apicultores en su región. Se considera que es uno de los periodos más difíciles desde hace varias décadas, ya que la producción de miel y otros productos apícolas se ha reducido en un 40% o 50%. Además, el sector lleva varios años con resultados negativos.
Según UPA-UCE, los efectos de la sequía, unido a la elevadas y continuas olas de calor, a las temperaturas extremas del pasado verano y a la falta de precipitaciones, han provocado «efectos muy graves» en la producción de los productos apícolas debido a la escasez de floración y, por tanto, de alimento y agua para la subsistencia de las abejas.
«Estos efectos han tenido unas consecuencias muy agresivas en la apicultura, evidenciando la gravedad del cambio climático en el sector agrario», ha advertido la organización agraria, que ha reclamado medidas «más contundentes» y mayores inversiones en acciones de mitigación y, en especial, de adaptación a un problema «que será cada vez más impactante en nuestro sector».
Asimismo, ha señalado que los numerosos incendios forestales de este verano han causado un gran daño al sector apícola, provocando no sólo la pérdida de la producción y de las abejas, sino de todas las colmenas e infraestructuras relacionadas en determinadas zonas de Extremadura y de toda España.
Sin embargo, señaló que la disminución de la producción no sólo ha estado relacionada con los cambios medioambientales, sino también con problemas sanitarios como la varroa y la destrucción por parte de depredadores, como los abejarucos o la Vespa velutina (el avispón asiático). El avispón asiático, en particular, ha provocado un drástico descenso de la población de abejas en algunas zonas, donde han muerto hasta un tercio de todas ellas.
Continuó diciendo que con el repentino aumento de los costes de producción de artículos como el gasóleo, los complementos alimenticios y los envases, así como la afluencia de productos apícolas que se importan de otros países a precios más baratos, el mercado nacional está «prácticamente paralizado».
Por ello, los apicultores han solicitado a las administraciones un apoyo «extraordinario» tras ser excluidos de las ayudas concedidas para paliar los efectos de la invasión rusa de Ucrania.
Más concretamente, pidió que la ayuda se diera directamente a los necesitados utilizando los mecanismos existentes, como los fondos no gastados de los programas de desarrollo rural.
En la reunión con el director general de la PAC de la Junta, los representantes del sector plantearon diversas cuestiones, entre ellas la formación específica que necesitan los nuevos apicultores para obtener las ayudas agroambientales.
Además, porofundizaron en cómo se estructurarán las nuevas ayudas a la comercialización de productos apícolas, que podrían incluir nuevas iniciativas como la financiación de la adaptación al cambio climático.