La denominación de origen Ribera del Duero ha brindado en San Esteban de Gormaz una de las principales poblaciones de la Ribera (declarada conjunto histórico en 1995) por cuarenta años en marcha, tiempo en el que sus vinos han conseguido ser de los más reconocidos por los consumidores.
El presidente de la denominación de origen, Enrique Pascual, ha brindado junto al presidente de la Diputación provincial, Benito Serrano, y la alcaldesa de San Esteban de Gormaz, María Luisa Aguilera, por los cuarenta años de trayectoria y el futuro que tienen los caldos producidos en esta zona que se extiende por las provincias de Valladolid, Burgos y Soria.
El presidente de la citada denominación, Enrique Pascual, ha resaltado la proyección de los vinos Ribera del Duero que han conseguido en estos años, tras empezar con mucha incertidumbre y con un futuro incierto.
Ribera del Duero, mucha vida por delante
Pascual, presidente de la denominación Ribera del Duero, ha señalado que la denominación tiene mucha vida por delante, con 307 bodegas en la actualidad «y no dejan de apuntarse», entre ellos grupos importantes del sector que están interesados en implantarse.
«Tenemos la obligación de crecer en cantidad pero sin olvidar la calidad nunca. Si olvidamos la calidad, la cantidad no nos va a llegar a ningún destino bueno», ha resaltado.La denominación vendió más de cien millones de botellas en la última campaña.
El presidente de la Diputación de Soria ha subrayado la explosión fuerte que está teniendo en la zona de la ribera soriana todo lo que tiene que ver con el sector del vino, aunque todavía hay recorrido en enoturismo.
«Se está convirtiendo la ribera soriana en una de las más importantes de la denominación. Y cuando empezamos, hace cuarenta años, éramos una zona residual», ha recordado.
La alcaldesa sanestebeña, María Luisa Aguilera, ha resaltado que el consejo regulador ha realizado buen trabajo por garantizar la calidad de los caldos amparados por la denominación, que tiene 18 bodegas en San Esteban de Gormaz y muchas de ellas con proyección internacional.
«Teníamos una uva que se exportaba a regiones limítrofes, como Rueda y La Rioja, y ahora son las uvas que dan valor añadido a vinos que se elaboran en el territorio y generan valor añadido», ha recalcado.
D.O de impulso y raíces históricas
La Denominación de Origen surgió tras la iniciativa de una serie de viticultores y bodegueros preocupados por impulsar los viñedos y la calidad de los vinos de la Ribera del Duero.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación otorgó en julio de 1982 a la Ribera del Duero la Denominación de Origen y aprobó su primer Reglamento.
Desde entonces, la puesta en marcha de nuevas prácticas de cultivo, la introducción de las más modernas tecnologías para la elaboración del vino y los rigurosos procesos de control aplicados desde el Consejo Regulador han hecho de la Ribera del Duero un sinónimo de calidad.