Unos pocos días atrás se realizaba la inauguración en Copenhague (Dinamarca) de un nuevo restaurante muy peculiar, el Rub & Stub. Este establecimiento sin ánimo de lucro tienen una idea muy original para llevar a cabo su concepto solidario, se pretende combatir el desperdicio alimentario mediante la utilización de forma exclusiva de bienes excedentes de la industria alimentaria, lo que permite contribuir a la reducción de los residuos de alimentos en la ciudad y se redistribuyen entre los que más lo necesitan.

Este restaurante tiene tan poco tiempo que todavía se está elaborando su propia red de proveedores, lo que supone comprar los diferentes productos en el origen pero a largo plazo mediante diferentes alianzas con los fabricantes, con los supermercados y con otras empresas que pertenecen a la industria alimentaria. El objetivo principal de esta iniciativa es recuperar la mayor cantidad posible de residuos ocultos y transformarlos, mediante la utilización de un restaurante, en una experiencia gastronómica inigualable, además de que se realizará una aportación económica destinada a obras de caridad.

No es basura

Las creadores de esta iniciativa tan particular han dejado bien claro que cuando hablan de desperdicios de comida no se refieren a basura o a comida pasada de fecha, al habla de desperdicio alimentario se refieren a rescatar alimentos antes de que estos se acumulen en cualquier lugar. La intención es la de ofrecer productos que las tiendas no venden por diversas razones: demanda de los consumidores, motivos estéticos, no cumplen las formas estándar, un ejemplo claro sería una fruta que no tiene una buena apariencia pero que es comestible.

En el día a día, este curioso restaurante se surte de forma exclusiva de voluntarios que atienden la barra y el servicio de mesas, además, ayudan en las diferentes labores de cocina. No obstante, en Rub & Stub hay un cocinero profesional contratado y un gestor del proyecto.