La almendra es un fruto seco que posee una película que la envuelve de color acanelado, una cáscara exterior dura que no es comestible y una piel verde que, a medida que el fruto madura, se va secando. Por lo tanto, la parte comestible sólo comprende un 40 % del peso total.

La almendra es el fruto del almendro (Prunus dulcis), árbol de la familia de las rosáceas. Existen dos variedades: la variedad dulcis (que es la que consumimos) y la variedad amara (almendro amargo) que no puede consumirse ya que contienen amigdalina (cianuro) que es una sustancia tóxica.

Dentro de la variedad comestible hay almendras de cáscara blanda (son muy comunes las de California, Estados Unidos) y de cáscara dura (son más comunes en España).

El árbol puede alcanzar hasta 10 m de altura. La corteza va variando de color con el paso del tiempo: comienza de color verde claro, se vuelve violácea al recibir luz solar, a partir del segundo año se torna gris y continúa oscureciéndose.

Las hojas son lanceadas y caen durante el otoño. Las flores tienen 5 pétalos, de color blanco o rosa de acuerdo con las distintas variedades y crecen tempranamente, incluso en invierno antes de que broten las hojas.

El fruto es primero verde y se lo denomina almendruco o alloza. Es una drupa (fruto carnoso y redondeado que tiene en su interior una única semilla) que se abre en la madurez por una sutura lateral. Esto ocurre en otoño, 7 u 8 meses luego de la floración.

Los principales fabricantes de almendras son: Estados Unidos, España, Irán, Marruecos, Turquía, Italia, Australia, Túnez, Argelia, China, Grecia y Chile.

En la antigüedad el cultivo de la almendra se originó en Asia, en una amplia zona del Oriente Próximo desde el mar Egeo hasta la meseta de Pamir, comprendiendo Mesopotamia, Irán, Turkestán y Kurdistán.  Los fenicios, en sus ruyas comerciales, lo diseminaron por toda la zona del Mediterráneo.

En España se cultiva desde hace más de 2.000 años introducido por los fenicios y posteriormente por los romanos. Al principio se cultivaba en las zonas ribereñas, pero luego se ha introducido en el interior del país e incluso hacia el norte, a pesar de que las condiciones en estos sitios no son favorables para su crecimiento.

 

Componentes de la almendra

 

100 gramos de la fruta aportan un valor calórico de 580 kcal, 22 gramos de hidratos de carbono, 50 gramos de grasa (32 g de grasas insaturadas, 12 g de poliinsaturadas, 4 g de grasas saturadas y una escasa cantidad de grasas trans), 22 g de proteínas, 12 g de fibra y agua.

Encontramos una gran variedad de minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, manganeso y selenio.

En cuanto a vitaminas encontramos: vitaminas del complejo B, ácido fólico, caroteno, E o α-tocoferol, y vitamina A.

Unas 20 almendras aportan 100 calorías. La cantidad recomendada sería de unos 30 gramos por día o, lo que es lo mismo, 7 a 8 piezas diarias. Se pueden ingerir crudas, tostadas o remojadas en agua.

 

Beneficios para la salud de las almendras

 

1-    Beneficio cardiovascular

Debido a su nivel en antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados son muy útiles para prevenir las enfermedades cardiovasculares, fortaleciendo y protegiendo las paredes arteriales. Además, propician el aumento del HDL o colesterol “bueno” y disminuyen la cantidad de LDL o colesterol “malo”, lo que también actúa evitando la aterosclerosis.

El magnesio contenido en las almendras tendría un efecto de control de la presión arterial elevada lo que también ayuda a disminuir la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.

Según un estudio las personas que comen almendras de manera habitual (es decir, unas 5 veces por semana) tienen un 50 % menos de riesgo de sufrir infartos.

2-    Ayudan a la pérdida de peso

Poseen un alto poder saciante debido a su alto contenido en fibras y proteínas, es decir que poca cantidad hará que te sientas satisfecho y no necesites ingerir otro tipo de comida. Además, entre el 10 al 15 % de las calorías de las almendras son difíciles de digerir y, por lo tanto, no se absorben. También tendrían un efecto menor elevando el metabolismo.

Existen múltiples estudios que avalan esta teoría. En uno de ellos se demostró no sólo una pérdida de peso importante sino también una disminución en la circunferencia de la cintura. Otro estudio confirmó que, si ingieres almendras por alrededor de 3 meses, puedes perder hasta el 16 % de tu grasa corporal.

3-    Mejoran la salud capilar

El uso de aceite de almendras es un excelente hidratante y revitalizante del cabello, tornándolo más saludable, sedoso y fuerte. Sirve para controlar ciertos problemas específicos

Caspa:

Frotar el cuero cabelludo con aceite de almendras durante 15 minutos, dejarlo toda la noche y enjuagarlo a la mañana.

Para estimular el crecimiento del cabello:

Mezclar 3 cucharadas de aceite de almendras con 3 cucharadas de aceite de ricino y un puñado de flores de hibisco. Colocar esta preparación desde las raíces a las puntas del cabello, masajear 10 minutos y dejarlo reposar 1 hora. Lavar el cabello como acostumbres y repetir este tratamiento 2 veces por semana.

Para tener un cabello más brillante y sedoso:

Tomar 2 gotas de aceite en la palma tus manos y restregar tu cabello. Este tratamiento aportará brillo y hará que tu cabello sea más fácil de manejar. Funciona mejor para las personas que tienen el cabello rizado. También sirve para reparar puntas abiertas.

Para tener un cabello más sedoso:

Mezclar agua y henna (o alheña) formando una pasta espesa. Dejar reposar toda la noche. Al día siguiente debes agregar 3 cucharadas de aceite de almendras y 1 huevo, mezclar y dejar reposar 10 minutos. Se coloca sobre el cabello, se deja actuar por 1 hora y se enjuaga con agua fría.

4-    Usos para la piel

Las almendras tienen un gran porcentaje de vitamina E. Este es un antioxidante que protege la piel de las agresiones externas (la luz solar, el clima, la temperatura) mejorando la sequedad, las estrías, las arrugas e incluso las ojeras.

Para eliminar las ojeras puedes utilizar el siguiente método: colocar unas gotas de aceite de almendras en tu dedo anular y frota la zona de las ojeras con pequeños toques. Repite este procedimiento todas las noches antes de dormir y, a la mañana, enjuaga tu cara con agua fría.

En recién nacidos y bebés los masajes con aceite de almendras ayudan a evitar la dermatitis del pañal.

5-    Mejora la salud osteoarticular

Su gran contenido de fósforo ayuda a tener huesos y dientes fuertes y saludables. Previene la osteoporosis, que afecta sobre todo a mujeres postmenopáusicas.

6-    Tendría propiedades anticancerígenas

La gran cantidad de fibra mejora el tránsito gastrointestinal evitando el estancamiento y el depósito de residuos en colon, uno de los factores que pueden favorecer el desarrollo de células cancerosas en el colon.

7-    Actúan combatiendo el estreñimiento

Beber agua junto con almendras hace desaparecer completamente este problema, sobre todo si se consumen en ayunas.

8-    Mejoran la salud cerebral

El consumo de almendras (gracias a su contenido en riboflavina y L-carnitina) está conectado con un mayor nivel de capacidad intelectual. Por eso su consumo es sumamente beneficioso en niños en pleno desarrollo y para los adultos para prevenir y retardar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

9-    Controla los niveles de glucosa en sangre

Varios de los componentes de las almendras ayudan a controlar la cantidad de glucosa en sangre, por lo que están indicadas para los diabéticos. Entre ellos tenemos el magnesio, la fibra, grasas saludables y proteínas; por otro lado, su contenido en hidratos de carbono es sumamente bajo.

10- Son una buena fuente de energía

Su aporte de riboflavina, manganeso y cobre ayuda a personas que realizan tareas pesadas y a deportistas. Por otra parte, su contenido en folato ayuda a combatir la anemia.

11- Mejoran el estado de ánimo

Combaten la ansiedad, la irritabilidad y ayudan a conciliar el sueño.

12- Beneficios durante el embarazo

Son muy buena opción para las embarazadas y madres lactantes ya que contienen muchas proteínas, minerales y vitaminas que ayudan al mejor desarrollo del bebé. También estimulan la producción de leche materna. Se deben consumir no más de 25 gramos de almendras o 2 vasos de leche de almendras por día.

13- Refuerzan el sistema inmune

Debido a su contenido en antioxidantes como la vitamina E, el manganeso y el zinc, ayudan a nuestro organismo contra las agresiones externas.

14- Ayuda a las personas que no pueden o no quieren tomar leche de origen animal

Las personas intolerantes a la lactosa pueden consumir leche de almendras que, además, no contiene colesterol. También los veganos pueden consumirla en reemplazo de las leches de origen animal.

 

Contraindicaciones del consumo de almendras

 

El consumo excesivo puede llevar a una acumulación de vitamina E en el organismo que puede provocar erupciones cutáneas, cólicos, diarrea, mareos y visión borrosa.

En el caso de sobrepeso, controlar la cantidad ingerida. No exceder los 30 g por día.

El exceso de fibra puede provocar dolores en los abdominales y diarrea.

 

 

 

 

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