Factores influyentes en el precio del aceite

Algo básico que se entiende en el ámbito económico de la compra de un producto es que, el precio dependerá del nivel de oferta y demanda de este. Por lo que, a menor producción mayor será el precio del producto y viceversa. Sin embargo, en el caso del aceite de oliva hay que tener en cuenta también otros factores.

Existen tres tipos principales de aceite de oliva: el aceite virgen extra (AOVE), el aceite de oliva virgen y los aceites lampantes. El primero es el mejor valorado debido a que es elaborado con las aceitunas en mejor estado, que se recogen en su punto óptimo de maduración. Con lo cual su nivel de acidez es menor que el del resto de aceites. Con respecto al aceite de oliva virgen, presenta una calidad un poco inferior puesto que su nivel de acidez es mayor pero sigue siendo un producto de calidad. Ambas calificaciones de “aceite virgen” connotan que son elaborados sin ningún tipo de refinamiento. Y, por último, el aceite de oliva lampante son todos aquellos aceites virgen defectuosos, es decir, provenientes de aceitunas en peor estado. Este tipo de aceite no es apto para la comercialización, sin embargo, la industria aceitunera las exprime al máximo para no desperdiciar su jugo, a pesar de su baja calidad. Visto lo cual, el precio dependerá del tipo de aceite que el consumidor adquiera, siendo el AOVE el más caro debido a su mayor calidad respecto a los demás.

Otro factor que hará variar el precio de este producto es el tipo de aceituna y de cultivo. Cada tipo de aceite presenta una forma de producción distinta haciendo variar sus costes. Por ejemplo, no se necesitaran los mismos kilos de aceitunas para producir un litro de aceite elaborado con aceitunas verdes que con aceitunas maduras, puesto que de las primeras se precisaran más kilos que de las segundas para su elaboración.

Y por otra parte, no será el mismo precio de venta el del aceite obtenido de cultivos en zona de sierra donde el terreno y la forma de recogida de la materia prima es complejo, a otro donde se emplee la agricultura intensiva en grandes extensiones de terreno llano, que necesitará de menores costes de producción.

Estafas sobre la calidad del producto

Se han dado casos de fraudes en la industria aceitunera en cuanto a la calidad de sus productos. Es el caso de algunas empresas que aseguraban en el etiquetado que se trataba de un aceite de calidad superior cuando en realidad eran mezclas con aceites lampantes, engañando así al consumidor. Existen distintos tipos de estos aceites de baja calidad, de precio muy económico, que se utilizan en cocinas de restaurantes y bares a pesar de su pésima calidad debido a que, durante su proceso de refinamiento se eliminan sus nutrientes naturales aportando mayor acidez al producto final.

Para evitar estos engaños se ha implantado la normativa en la hostelería de que las botellas de aceite que se ponen en las mesas deben llevar un tapón irrellenable para que el cliente identifique el producto. No obstante, no será posible comprobar qué aceites se emplean en las cocinas.

Tendencias sociales ligadas al AOVE

El movimiento sociocultural realfooder y la importancia de la dieta mediterránea para una buena alimentación ha provocado un reposicionamiento del aceite de oliva virgen extra adhiriéndole valores como salud y calidad gastronómica.

Por consiguiente, el término AOVE se ha convertido en una tendencia relacionada con el buen comer y es la principal fuente de grasa distintiva de un estilo de vida determinado. Este producto obtenido de una cosecha temprana de maduración es el “oro verde” caracterizado por su bajo nivel de acidez, así como su sabor equilibrado en picor, amargor y frutado.

Por otro lado, el movimiento ecologista ha dado lugar a la aparición del aceite de oliva virgen extra ecológico, que tiene un precio aun superior al AOVE a causa de su mayor dificultad de cultivo. Este tipo de aceite se fundamenta en el respeto por el medio ambiente y la naturaleza.

Es importante informase acerca del producto que se va a adquirir

En definitiva, aunque uno de los factores que más se tiene en cuenta en el momento de compra de un producto es el precio, debe establecerse una relación directa con el resto de las características que influirá en que ese precio sea mayor o menor.

A pesar de que España es el mayor productor de aceite de oliva en el mundo, existe un gran desconocimiento general por parte de la población nacional. Por lo tanto, es importante que se conozcan los rasgos del producto. Porque, que un producto de precio elevado se califique de buena calidad no significa que lo sea, ya que puede estar sujeto a fraude.

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