Cargill decidió anunciar en la 2013 Food Expo del Institute of Food Technologists (IFT) una nueva herramienta para la evaluación de la cadena de suministro que tiene como objetivo principal suministrar a sus clientes del sector los alimentos y las bebidas las metas en materia de crecimiento, así como la reducción de costes y la mitigación de riesgos.

Esta herramienta permite a Cargill y a sus clientes la identificación la evaluación rápida de áreas de riesgo y de oportunidad para así tomar las decisiones más adecuadas en cuestión de abastecimiento responsable que pueden afectar al negocio. Sin duda una solución que todo el mundo querrá tener para contar ella, una ventaja indudable. Entre las cuestiones que ofrece esta nueva herramienta se encuentran las prácticas laborales, el medio ambiente y la biodiversidad.

Una herramienta de evaluación perfecta

Gracias a la herramienta que facilita Cargill las empresas podrán convertir en términos financieros específicos los riesgos y las oportunidades, todo ello mediante la asignación de implicaciones en materia de costes e ingresos de los elementos identificados en la evaluación que tiene la más alta probabilidad de presentarse y de producir un fuerte impacto en el negocio.

El enfoque que presenta esta herramienta facilita la colaboración y la alineación entre todos los actores que se encuentran implicados dentro de la cadena de suministro y para que se movilicen de forma rápida con el único propósito de hacerles frente a los problemas y a las oportunidades.

Los clientes, los consumidores y una gran parte de consumidores y diferentes actores implicados son cada vez más exigentes con la información que gira en torno a lo que está sucediendo en las diferentes cadenas de suministro. Uno de los obstáculos más destacables a la hora de la utilización de esta herramienta orientada hacia una gestión más sostenible es a que, a veces, las compañías no sitúan de forma clara el retorno de la inversión.