Para que un restaurante tenga éxito y atraiga una afluencia considerable de clientes debe de contar con unas características únicas que lo distingan de la competencia. En este sentido se puede contar con un plato único que haga las delicias de los comensales, con unos servicios que lo distingan de los demás locales, una gratificación especial, o cualquier cosa que se le ocurra al director del restaurante y que funcione como elemento diferenciador con respecto a la competencia más cercana.

No obstante, cuando se establece uno de estos elementos diferenciadores no hay que asentarse y dejarse llevar, ya que los competidores pueden imitar estas iniciativas y echar por tierra todo el trabajo. Aunque no es ético, los competidores no dudarán en asimilar para sus locales las características especiales del negocio. La primera reacción ante un ataque de este calibre contra el restaurante original es el de realizar una denuncia para que deje de copiar, sin embargo, desde el punto empresarial, ¿Seria la decisión más acertada?

La calidad como principal arma

Para afrontar una situación en la que la competencia ha copiado el elemento diferenciador del local es recomendable abandonar toda idea de denuncia, ya que conlleva un gasto de energía y recursos demasiado grande para obtener resultados a largo plazo, o no obtener nada. Esta situación incluso puede ser beneficiosa para el local original.

Si se mantiene la calidad, el local innovador siempre estará mejor posicionado para mejorar un producto o un servicio que desarrolló antes que nadie. En el caso de un plato único, ya se saben los secretos que lo hacen tan popular, por lo que se puede mejorar y establecer una diferencia considerable con los competidores. Hay que asegurarse de que se mantiene la calidad en el restaurante, no hay que asustarse de la competencia y reducir los costos mediante una reducción de calidad.

La marca como emblema

Empujar el valor de la marca cuando se ofrece algo único en el restaurante es una de las principales armas: Hay que construir marca. Cuando los imitadores surgen como setas a los pies de un árbol, hay que utilizar el valor de marca para superarlos, hay que establecer un mercado de la marca muy agresivo. Cada campaña publicitaria debe de llevar inserta una sutil mención en la que se deje claro cuál es la marca original que ofrece mejores servicios: Hay que tener en cuenta que los consumidores prefieren los originales.

Estar en guardia

Hay que estar siempre en guardia y entender a los competidores para mantenerse siempre a la vanguardia. Hay que realizar un estudio de mercado y analizar las diferentes características de la competencia. De esta manera se asegurará de que el restaurante original cuanta con los mejores productos y servicios, ya que los comensales buscan una experiencia satisfactoria en general, no sólo buscan un plato determinado.

Es recomendable saber realizar una oferta de Valor a los clientes que provoque que los comensales vuelvan a repetir la experiencia: Ofrecer descuentos especiales, platos inimitables, regalos inesperados, todo vale para que el comensal vuelva al local. Hay que pensar y establecer una serie de acciones para agregar valor a la experiencia que los clientes tienen en el restaurante.

Todos estos consejos se establecen para cuando un restaurante copia al original, no obstante si se guardan los secretos con celo y nunca se escapan ingredientes secretos, recetas o todo lo que establezca exclusividad en el mercado, se podrá ahorrar más de un calentamiento de cabeza. Los competidores no son una amenaza a menos que provoquen que descienda la calidad que se ofrece. Hay que aceptar la competencia y crecer con ella.

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