La mayoría del espárrago blanco que se comercializa en España procede de fuera del país. Esto se debe al precio que supone cultivarlo y procesarlo en territorio nacional. Así, el ahorro en la mano de obra y los costes de producción hace que sea más económica su importación.
«Cultivar, envasar y traer (la conserva) a España es más barato que hacerlo aquí, porque se demanda mucha mano de obra en el campo y en la conservera y en países como Perú o China la mano de obra es más barata», ha comentado Ana Juanena Lazcano, secretaria de los Consejos Reguladores del Espárrago de Navarra.
Según el estudio realizado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Espárrago de Navarra, en un mercado de 60 millones de espárragos blancos en conserva, sólo 5 millones, un 8,3 %, son de origen español. Por lo que casi el 92 % es a favor de la conserva de espárragos de origen extranjero.
Precisamente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) analizó 26 conservas de espárragos blancos enteros de categoría extra y calibre grueso o muy grueso. Esto dio como resultado que 15 de las conservas analizadas procedían de China o Perú, y el resto tenían origen España.
La conserva de espárragos blancos es la segunda conserva vegetal más consumida en España
La realidad es que muchos de los espárragos de importación se envasan en fábricas conserveras españolas. Sin embargo, Lazcano señala que lo habitual es que se importe la conserva ya elaborada en el extranjero, en su totalidad, y no sólo la materia prima.
Según comenta la OCU, los productos de importación llegan a tener una calidad comparable y son mucho más baratos para el consumidor. Pero no garantizan el empleo local y tienen una mayor huella de carbono ya que la distancia al consumidor final es mayor. Por ley, las empresas importadoras de conserva de espárragos deben indicar el país de origen en la etiqueta.
En España, la conserva de espárragos blancos es la segunda conserva vegetal más consumida. Por delante del maíz dulce, los pimientos y los champiñones. Y por detrás del tomate.
