Capturar el CO2 de la fermentación del vino y reutilizarlo en otros procesos de elaboración. Este es un sistema pionero en el sector vinícola español que ha implementado la bodega Familia Torres. Con esto, logran una reducción de la huella de carbono y un ahorro de alrededor de 10.000 euros por campaña.

Durante la vendimia de 2021 y 2022 se ha puesto en funcionamiento este sistema. En concreto, en las instalaciones de la bodega en Pacs del Penedès. Para, según el responsable del área de Proyectos y Servicios de Familia Torres, David Carles, lograr en cada una de las campañas capturar y reutilizar 20 toneladas de CO2.

El proyecto ha sido premiado por el Institut Cerdà con el galardón del Observatorio de Innovación en Gran Consumo en España. Además, se ha compartido con los asociados de la Federación Española del Vino (FEV) para que pueda ser empleado en otras bodegas del país.

Carles ha destacado que no le consta que en otros lugares del mundo se haya implementado un sistema igual. Que capture y reutilice el mismo CO2 que la vid ha absorbido mediante la fotosíntesis. Un CO2 que es puro y se considera neutro en emisiones.

¿Cómo funciona este sistema?

Este sistema consiste en adaptar los depósitos fermentadores para que el CO2 liberado durante el proceso natural de fermentación del vino pueda ser conducido hacia unos globos de grandes dimensiones que estarán colocados encima de estos depósitos.

El CO2 es capturado en el interior de los globos a medida que el vino fermenta. Luego, mediante un compresor de aire, el gas se comprime y se pasa a otro depósito para almacenarlo. Después será reutilizado como gas inerte de relleno en los depósitos donde hay vino. Todo ello, con el fin de evitar su oxidación.

Este nuevo sistema permite ahorrar 10.000 euros en cada campaña

Para proteger el vino, una de las técnicas más habituales es la utilización de CO2 o de una mezcla de CO2 y nitrógeno. Por ejemplo, para llevar a cabo esta acción la bodega de Pacs del Penedès de Familia Torres utiliza 60 toneladas de CO2 en cada campaña.

Un proveedor de gases suministra este CO2. Que lo adquiere principalmente de refinerías de petróleo. Por lo tanto, tiene una importante huella de carbono asociada y un coste económico. En concreto, en 2022 el precio de la tonelada de CO2 se situó en torno a los 500 euros.

Por todo ello, calculan que el ahorro económico en cada campaña ha sido de 10.000 euros. Ya que este nuevo sistema implementado en Pacs de Penedès ha permitido a la bodega ahorrarse la compra de 20 toneladas de CO2 en cada vendimia.

El fin de Familia Torres es ir utilizando este sistema en el resto de sus instalaciones. Y, de esta forma, no depender de suministradores externos de CO2 de origen fósil.

Es un proceso que llevará tiempo porque si bien «la tecnología es la misma, cada bodega tiene una capacidad diferente y hay que adecuar el sistema a sus dimensiones», según Carles.

Asimismo, la bodega buscará otras vías para potenciar la capacidad de recuperación de CO2 del sistema. Además, de darle otros usos al excedente que pueda obtener como es el caso del bicarbonato para la industria del vidrio o el de metanización para energía.

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