Entrevista a Carlos Moro, presidente y fundador del grupo Bodegas Matarromera, bodeguero, productor de aceite y cosméticos, entre otros productos, Carlos Moro basa todos sus procesos en la sostenibilidad y en el máximo aprovechamiento de los recursos con la «convicción personal» de que todos debemos cuidar el planeta.

En una entrevista con EFEverde en Emina, considerada como una de las bodegas más sostenibles del mundo, Moro reflexiona sobre el plan estratégico «Matarromera Sostenible en Planeta Tierra» que engloba medidas como el autoconsumo energético renovable, impulso a la reducción de emisiones y consumo de agua o producción ecológica en lo que él denomina «economía esférica».

«Hemos tenido siempre una concepción de la sostenibilidad muy metida en nuestra idiosincrasia» que alcanzó su máxima expresión con Emina, el primer proyecto integrado de desarrollo sostenible en una bodega a nivel mundial y primera empresa española con certificación AENOR de huella de carbono.

Eso significa, relata, producir con biomasa o fotovoltaica toda la energía que necesitan las instalaciones, recoger agua de lluvia en aljibes, reutilizar la usada para regar o aprovechar todos los elementos usados en los procesos productivos.

Así, además de hacer vino y aceite, aprovechan los sarmientos de la viña y los huesos de la aceitunas en sus calderas de biomasa; de hollejos y pepitas extraen alcohol con el que fabrican orujo con el que producen licores y del que obtienen eminol, un extracto con alto contenido en polifenoles con aplicación en agricultura, alimentación o cosmética patentado por su biotecnológica Abrobitec.

Son un «montón» de proyectos unidos a la plantación de viñas (2,2 millones) y, posteriormente, para aprovechar la maquinaria de la uva, olivos (unos 2 millones), que además de ofrecer rendimiento económico captan CO2.

Todo forma parte de lo que Moro denomina «economía esférica» o lo que es lo mismo, que de cada ciclo de «economía circular» nazcan otros.

Esa economía esférica debe girar sobre cuatro parámetros: tierra, agua, energía y personas «que tienen que moverse en sentido armónico y siempre dando utilización a cada uno de los componentes de cada proceso».

Pero, ¿por qué ser sostenible? «Mis abuelos y familiares ya hacían las cosas de forma sostenible (…). También he estado en las administraciones públicas, en las que he vivido y bebido el beneficio de estos conceptos de sostenibilidad (…). Pero todo parte de una filosofía personal de cuidado del planeta», asevera.

En su opinión, todo negocio debe partir de esa filosofía de respeto y cuidado del plantea y de esa «esfericidad» para poder diversificar y ampliar la acción económica, tanto desde un punto de vista sostenible como de generación de actividad y empleo.

¿Sostenible y rentable? «Creo que sí -responde sin dudar-. Entramos en energía pensando en que había que cuidar la naturaleza y hoy en día, más en las circunstancias que estamos (de altos precios de la electricidad), la inversión está siendo rentable claramente, tanto en biomasa como en fotovoltaica», como también lo es el aprovechamiento de productos y subproductos.

La sostenibilidad, para que tenga futuro, tiene que ser rentable y no cargar económicamente a las empresas, asevera Moro, que insiste en que su apuesta ambiental no es cuestión de «modas» y si de convencimiento.

Por eso, también crean sinergias y en el marco del proyecto medioambiental Smart Green, liderado por LG, han plantado cerca de 800 encinas micorrizadas (simbiosis entre la raíz de un planta y un hongo) con trufas negras autóctonas, en sus terrenos, aseguro en la entrevista a Carlos Moro.

«No sabemos si van a ser rentables, lo hacemos por convicción (…) De momento, lo que hemos hecho es ayudar al planeta, plantar árboles y recuperar una zona típica de encinas», algo que no es incompatible con intentar darles una rentabilidad a las trufas.

«Creo que el mundo, las personas y las empresas se mueven por objetivos, voluntades o conciencia aunque, desde luego, nunca se puede poner en riesgo la rentabilidad económica de la empresa porque entonces te habrás cargado el origen», advierte.