El consumidor español se sigue caracterizando por la contención del gasto; según se desprende del informe ‘Clima de consumo en Europa’ elaborado por la consultora GfK, España lidera las expectativas económicas en Europa con treinta y ocho puntos, pero aún así -y por segundo trimestre consecutivo- las previsiones de consumo para los próximos meses se caracterizan por una importante contención del gasto.

Los españoles no están dispuestos a aumentar su consumo durante los próximos meses, y ello a pesar de que gran parte de ellos cree que se están dando pasos hacia la recuperación económica del país. Esta es una de las principales paradojas que se extraen del estudio ‘Clima de Consumo’ de GfK. La explicación a esta aparente paradoja se puede hallar, según la consultora, en aspectos como las expectativas de ingresos, que han descendido tres puntos con respecto al mes de marzo, o en la falta de percepción en el ámbito del hogar de la supuesta recuperación macro-económica.

¿Influencia de Grecia?

Durante el pasado mes de abril se alcanzó un nuevo máximo histórico en lo que se refiere a las expectativas económicas de España, que se situó en los 46 puntos (la cifra más alta desde el año 1986). De hecho, si se comparan las expectativas económicas que ha dejado este mes de junio con las del pasado año se aprecia que el saldo final del periodo es ascendente y positivo, con una mejoría de trece puntos.

En cambio, esta percepción no está generalizada entre el resto de consumidores europeos: según GfK, durante el segundo trimestre del año las expectativas económicas han experimentado descensos en diez de los quince países estudiados, y sólo cinco de ellos han mejorado. Grecia es el país que encabeza el ranking de los países europeos que sufren mayores descensos en las expectativas económicas (-24); le siguen Italia (-16) y Alemania (-12). Entre los más optimistas se encuentran Bélgica (+8) y República Checa (+6).

Expectativas de gasto

Tal y como se señala desde GfK, “a pesar de las buenas perspectivas de la situación económica del país, la población española sigue sin sentir la confianza y sin contar con los recursos necesarios para incrementar el consumo en sus hogares más allá de sus necesidades básicas”. Esta tendencia parece que comienza a remitir de manera muy paulatina, ya que ha experimentado un descenso de -4 puntos durante el último trimestre, completando así un descenso de -8 durante el último año.

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