España es el país que lidera las importaciones de miel china con mucha diferencia con respecto al resto de países. Tal y como denunciaba en el año 2011 la asociación de agricultores AVA-ASAJA, no se informa a los consumidores de que la miel originaria de China, considerada de peor calidad dado su supuesto contenido en antibióticos, productos fitosanitarios o metales pesados, se podría estar utilizando en España para mezclarla con otros tipos de miel de mayor calidad. Esta práctica podría estar realizándose también en otros países como Estados Unidos.

Si en el año 2007 las importaciones de miel procedente de China alcanzaban en España casi las 3.300 toneladas, en el 2008 esta cifra se duplicó y creció de manera notable hasta alcanzar en 2010 las 11.300 toneladas. Durante los pasados años 2012 y 2013 las importaciones de miel asiática volvieron a experimentar un crecimiento contundente hasta superar las 14.700 toneladas.

Reducción de costes

Estas cifras revelan que España es el mayor importador de miel china del mundo; las causas se pueden encontrar en los costes reducidos del producto (1,30 euros el kilo frente a los 2-6 euros que ronda el producto español) o en la permisividad legislativa china a la hora de utilizar ciertos productos que en la Unión Europea están prohibidos. Cabe preguntarse entonces si se está cumpliendo o no la normativa comunitaria.

¿Falta de controles?

Tal y como señalan los productores españoles, la miel española está a años luz en lo que se refiere a calidad y garantías de la miel originaria de China, que alberga riesgos sanitarios. Con motivo de ello, los apicultores españoles enviaron una carta el pasado año a través de AVA-ASAJA al comisario europeo de comercio, Karel De Gucht con el objetivo de materializar acciones que permitan controlar de manera más exigente la miel que procede de otros países, ya sean comunitarios o extracomunitarios, para evitar así la competencia desleal y los riesgos sanitarios a los que se expone al consumidor.

Las sospechas del sector apícola de COAG se basan en que quizá se esté utilizando esta miel foránea para abaratar costes a partir de mezclas y así vender el producto bajo precios más competitivos, razón por la que han solicitado mayores controles veterinarios en las fronteras, así como en el mercado interno europeo, ya que la importación de miel china perjudica seriamente a los apicultores europeos en general, y a los españoles en particular.

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